El menor no quiere que se conozca su trastorno para no ser objeto de burlas o puede volver a orinar en la cama por el impacto emocional del acoso. Los padres indican que, actividades como ir a dormir a casa de familia de familiares y/o amigos el (22,7%) y de campamento o colonias el (21,6%), se vieron seriamente afectadas por la enuresis. Si un niño mayor de 5 años sigue haciéndose pis en la cama, lo mejor es consultar con su pediatra, según Grupo OBGETIBE
Ayer se celebró el Día mundial de la enuresis para poner la atención sobre este trastorno que puede ser una vía de alimentación bidireccional con el acoso escolar. «Puede ser que un niño que tenía control de esfínteres, con el impacto emocional que condiciona el acoso, empiece a mojar la cama, pero, por otro lado, uno de los grandes miedos del enurético es que se sepa que moja la cama y eso genere acoso. Lo importante es saber por qué moja la cama y prevenir las consecuencias», asegura el Dr. Javier Quintero, jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, director de Psikids y experto en la repercusión de la enuresis en la salud mental de los menores.
Desde 2015, distintas sociedades médicas internacionales decidieron dedicar el ultimo martes de mayo a alertar sobre el problema sobre el que, según una reciente encuesta publicada en el país y realizada por el GRUPO DE TRABAJO IBÉRICO DE ENURESIS (OBGETIBE), «no existe la conciencia de que esta condición puede llegar a ser un problema de salud importante tanto en niños como en adolescentes, siendo su importancia mucho mayor que la percibida por los pediatras».
El objetivo del estudio -encuesta online con 25 preguntas a padres o madres mayores de 18 años con hijos de entre 15 y 13 años- fue recabar información sobre la población española a partir de datos del INE a junio de 2020, con una representación de +- 5%.
¿Qué es la enuresis?
La enuresis es el «escape de orina durante el sueño, sin que se produzca el despertar, a partir de los 5 años y al menos una vez al mes», aclara la Dra. Almudena Sánchez, pediatra del CAP Les Hortes de Barcelona. «Se trata de un trastorno que afecta en torno a un 10% de niños de más de 5 años y aproximadamente al 5 % de niños de 10 años. En la adolescencia estaríamos hablando del 3 % y en la edad adulta en torno al 1-2% de la población».
El problema surge cuando no se le presta la debida atención. Según el estudio de OBGETIBE, en el conjunto de los encuestados, se indicó que ni el pediatra (el 39,9%) ni enfermería (44,5%) habían mencionado la enfermedad durante las visitas. De hecho, «únicamente el 16,6% afirmaron categóricamente haber oído al pediatra hablar sobre la enuresis, porcentaje que se redujo al 9,6% en el caso de los/as enfermeros/as».
Los participantes indicaron que conocían la enuresis por casos positivos en su entorno -el 36,6%-, por los medios de comunicación -el 31,1%- y por el pediatra 27,8%.
Las causas más frecuentes de los escapes son que el niño no despierta cuando su vejiga está llena, lo que los expertos denominan un fallo en el mecanismo del despertar; la sobreproducción de orina nocturna, debida a la alteración del ciclo circadiano de la hormona antidiurética (vasopresina); la predisposición genética; una vejiga de capacidad reducida para su edad o la inestabilidad vesical con contracciones involuntarias del músculo detrusor.
La enuresis, además, podría ser síntoma de enfermedades más graves como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), diabetes, encopresis, patología obstructiva de la vía respiratoria alta o estreñimiento, entre otras.
¿Afecta de alguna manera a los menores?
Los expertos relacionan la enuresis con situaciones de ansiedad crónica, problemas de autoestima y retraso en la esfera social (1), con afectación al rendimiento escolar, ya que el enurético no descansa debidamente. Por su parte, los padres con niños con enuresis indicaron que la calidad de vida de los menores se ve afectada de distintas maneras. Así, mientras que la patología no afectó a la asistencia al colegio, a hacer deporte, actividades escolares o de ocio, «la mayor parte de los encuestados señaló que actividades como ir a dormir a casa de familia de familiares y/o amigos el (22,7%) y de campamento o colonias el (21,6%) se vieron seriamente afectadas».
La manida frase de «ya madurará», hace un flaco favor a los menores, pues la escasa preocupación por este trastorno hace de la enuresis un problema infra diagnosticado e infra tratado, lo que repercute en los niños que sufren esta condición y afrontan consecuencias severas de una causa tratable.
«La enuresis moderada (3-6 noches/semana) o grave (diaria) y la que persiste pasados los 9 años, difícilmente se resolverá sin buscar una solución. Aunque es cierto que la prevalencia disminuye con la edad, la frecuencia y la severidad de los episodios enuréticos aumentan» (1).
Si un niño mayor de 5 años se sigue haciendo pis en la cama, lo mejor es consultar con su pediatra y abordar el problema.
Fuente Comunicae