Ibermática presenta al mercado su nueva solución de teletrabajo, ‘Flex Workplace’, optimizada al mínimo detalle para que las empresas puedan mantener la productividad, ya no sólo durante el estado de alarma decretado en la actualidad, sino también en el escenario económico que se vislumbra una vez quede atrás la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Bajo un prisma que va más allá del meramente tecnológico, este servicio contempla tanto el análisis y diseño del proyecto de transformación, como la dotación, despliegue, operación y soporte en remoto de todos los medios necesarios para su puesta en marcha y mantenimiento. Todo ello teniendo en cuenta aspectos muy importantes como la transformación cultural o las condiciones de seguridad y protección ante ciberataques.
Uno de los servicios más críticos que requieren las empresas afectadas por el parón de la actividad, originada por el confinamiento de la ciudadanía, es sin duda el teletrabajo. Se trata de un proceso de transformación urgente para que las administraciones y empresas puedan seguir operando en la situación actual, pero también para dotarse de un modelo que será necesario en los nuevos escenarios que se vislumbran una vez se supere la crisis.
Para teletrabajar es importante contar con entornos fiables, eficientes, regulados y, sobre todo, seguros. Y eso es precisamente lo que propone Ibermática. La seguridad, junto a tecnología y servicio, son los tres pilares en los que ha apoyado su solución de teletrabajo ‘Flex Workplace’, optimizada al detalle para garantizar a los clientes su productividad. Seguridad, para prevenir ataques y acometer soluciones globales para ahora y para el futuro. Tecnología, para adaptar cada solución a las necesidades heterogéneas de cada organización. Servicio, para garantizar respuestas ágiles a cada nueva necesidad o potencial incidencia.
Su despliegue puede poner en marcha miles de puestos de trabajo virtuales en muy pocos días. Sin ir más lejos, internamente Ibermática logró en tiempo récord proteger a sus 3.500 empleados a nivel mundial frente a la pandemia, con un 98% de su equipo trabajando en remoto prácticamente desde la primera semana. Tal y como explica José Manuel Barrutia, director de Ibermática/digital, “las lecciones aprendidas tras este exitoso despliegue, junto a las mejores prácticas para hacer de su adopción una medida rápida, segura, fiable, eficiente, escalable y de futuro, son garantía de nuestra nueva solución”.
La transformación del puesto de trabajo
La metodología de Ibermática para implantar ‘Flex Workplace’ consta de 5 fases. La primera de ellas, el perfilado de usuarios y roles, identificándolos y estableciendo los distintos perfiles de puesto de trabajo necesarios, y el número de empleados adscrito a cada uno de esos roles. “Aquí no sólo se contempla a los trabajadores de oficina, sino también a los de campo, muchas veces obviados cuando en realidad también precisan de herramientas de comunicación (correo, portales, videoconferencia…) y acceso a herramientas corporativas”, explica Barrutia.
Después se procede a la dotación de software y hardware necesarios. Los dispositivos y accesorios estarán adaptados a las necesidades de cada de usuario, que no siempre disponen de espacios privados o dedicados para el teletrabajo, en función del tipo de labor (equipos de sobremesa, thinclient, portátiles…), del rendimiento deseado (procesadores, memoria…), o incluso del tamaño (tablets, móviles…). Ibermática hace un plan detallado de las necesidades de cada compañía y ofrece servicios asociados como la configuración de equipos en fabricante, maquetación de imágenes de OS, entrega de equipos en delegaciones, o activación y gestión de garantías con fabricantes.
En una tercera fase entran las soluciones de ofimática y productividad en la nube. “Hoy en día el trabajo en equipo es fundamental para las organizaciones y el uso de herramientas ofimáticas y de productividad en cloud permiten maximizar las posibilidades de colaboración entre empleados o clientes, pudiendo acceder a los ficheros desde múltiples dispositivos. Además, los servicios de videoconferencia y trabajo colaborativo integrados en los paquetes de ofimática en Cloud son fundamentales para fomentar la colaboración y la comunicación remota”, añade Barrutia. Ibermática ofrece una propuesta de soluciones de productividad y da servicios de puesta en marcha, explotación y soporte.
Paralelamente se propone una virtualización de aplicaciones y escritorios. “Las aplicaciones corporativas que utilizan las compañías para gestionar sus procesos de negocio en ocasiones son antiguas y no es sencillo integrarlas en el ecosistema del nuevo puesto de trabajo y hacerlas accesibles desde cualquier sitio y dispositivo.
La virtualización de aplicaciones (o de los escritorios completos) permite integrar esas aplicaciones en el nuevo entorno de trabajo, haciendo que éstas cumplan con los requisitos de movilidad e ubiquidad”, asegura.
La última fase es el soporte integral al puesto de trabajo. Ibermática ofrece servicios de atención a usuarios prestados en modo factoría y un servicio en entorno gestionado. Ello implica resolución de incidencias, provisión de hardware y software, soporte al usuario final y su puesto de trabajo, gestión de peticiones, de cambios y de inventario, entorno, movilidad, aplicaciones, periféricos, telefonía, configuraciones, modelos de impresión, consumibles… y un largo etcétera.
ÁLVARO FRAILE, DIRECTOR EL COE DE CIBERSEGURIDAD DE IBERMÁTICA.
Ciberseguridad
Todo el servicio de ‘Flex Workplace’ está cubierto por una capa de ciberseguridad para no poner en riesgo los datos de las empresas y a sus usuarios ante esta nueva forma de trabajar. Y es que el auge del trabajo a distancia ha disparado el número de ciberataques que sufren las organizaciones.
Para ello, Ibermática define qué dispositivos corporativos son los más seguros e idóneos para conectarse en remoto a los recursos de la empresa, a través de una VPN (red privada virtual) configurada para garantizar la ciberseguridad. Filtra contenidos y sitios inseguros, implementa soluciones de autenticación robustas y promueve una cultura cibersegura. “Es importante facilitar la formación y concienciación de los usuarios en materia de ciberseguridad para que sean más cautos”, subraya Álvaro Fraile, director el COE de Ciberseguridad de Ibermática. Premisas como fortalecer sus contraseñas de acceso a la red profesional, cambiar la clave wifi del domicilio, evitar abrir ficheros sospechosos, o recordar que el dispositivo proporcionado por la empresa es para uso profesional, son esenciales desde el primer momento.
Ibermática controla desde su SOC (Security Operation Center) el estado de ciberseguridad de la empresa, velando por la normativa y estándares del ámbito IT/OT, diseñando las arquitecturas e implantando las soluciones tecnológicas más adecuadas, y monitorizando en todo momento para dar respuesta a los posibles incidentes de la forma más eficaz.