Grupo Antolin, uno de los mayores fabricantes de interiores para vehículos del mundo, quiere convertir sus convenciones y reuniones internas más importantes en eventos sostenibles como parte de su apuesta estratégica por la sostenibilidad. El objetivo es reforzar el compromiso de la compañía con el desarrollo social y económico y el respeto al medioambiente.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan Director de Sostenibilidad de Grupo Antolin, que persigue extender y potenciar una cultura sostenible entre sus empleados y su cadena de valor.
El primer evento sostenible de Grupo Antolin fue la Convención Anual de la compañía, que incluyó más de 65 acciones de carácter ambiental, social, económico y organizativo. Bajo el eslogan Imagine. Innovation for a sustainable success, la sostenibilidad fue uno de los temas que marcaron la agenda del evento.
Entre las medidas para la reducción del impacto ambiental destacan la sustitución del papel por formatos digitales, la reutilización de infraestructuras y materiales, la reducción y gestión adecuada de los residuos en toda la cadena de valor, y un menor consumo de energía y agua. Además, se fomentó el desplazamiento a pie y el uso del coche compartido para lograr una movilidad sostenible.
Para compensar las 291 toneladas de CO2 equivalente de huella de carbono generadas con motivo de la Convención Anual, Grupo Antolin va a apoyar un proyecto medioambiental que ayude a neutralizar la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. En concreto, patrocinará la plantación de árboles en una superficie de cerca de una hectárea en España. Gracias a una metodología innovadora, que emplea una semilla inteligente lanzada desde drones, la compañía contribuirá a un proceso de reforestación eficiente y a la lucha contra el cambio climático.
Desde el punto de vista social, la Convención Anual de Grupo Antolin garantizó la total accesibilidad al evento por parte de los asistentes y fomentó la contratación de personal bajo criterios de diversidad e igualdad de oportunidades. Además, se tuvieron en cuenta las necesidades culturales, religiosas o nutricionales de los asistentes a la hora de adaptar la agenda y los diferentes menús.
El evento logró un impacto positivo socioeconómico en Burgos con un 83% de proveedores locales y la utilización de productos locales y de temporada, mientras se promovió el patrimonio cultural aprovechando la asistencia de 320 personas de 24 países. En total, los asistentes realizaron 195 reservas de alojamiento y contrataron 47 coches de alquiler.
Con el fin de maximizar los resultados, la puesta en marcha de las diferentes medidas contó con la colaboración del equipo directivo y de todas las personas y proveedores que, de forma directa e indirecta, participaron en el desarrollo del evento en sus distintas fases.