El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, pidió hoy al Gobierno de España un proceso de desescalada seguro, gradual y conocido en el tiempo que proteja a las familias y a los trabajadores y que dé un horizonte a los sectores económicos. “Tenemos que hablar de desescalada con rigor, con cautela, pero tenemos que buscar ya un horizonte para las empresas y los sectores económicos, sabiendo que sin seguridad sanitaria no habrá ningún tipo de actividad económica”, aseveró, incidiendo en la necesidad de contar con un calendario previsible, para que los ciudadanos sepan con tiempo y con claridad como se hará, cuando y con que orden.
Consciente de la complejidad, Feijóo apeló la tres principios: dotarnos de los instrumentos necesarios para garantizar que la vuelta a la “nueva normalidad” sea segura, desde el punto de vista sanitario; acordar un sistema de vuelta al trabajo con cierta inmediatez para, con previsión y planificación, preparar a los ciudadanos y a las empresas; y diseñar un sistema de apertura y cierre flexible y dinámico frente posibles rebrotes.
Durante la videoconferencia con el Gobierno central y los otros presidentes autonómicos, Feijóo trasladó que Galicia está trabajando para que todo aquel que se reincorpore a su actividad lo haga de la manera más seguro posible. “Esta fue la prioridad absoluta desde el inicio”, aseveró, recordando el esfuerzo para dotar de mascarillas al personal sanitario y de residencias de mayores y de discapacitados, a los ayuntamientos y a los trabajadores que volvieron al trabajo la semana pasada.
“E igualmente, va a ser nuestra prioridad cuando el desconfinamento se vaya ampliando”, dijo, subrayando la decisión del Gobierno gallego de anticiparse y apostar por unas instrucciones claras a toda la población en el momento de la reapertura, que pasan, como criterio básico, por el distanciamiento social, por la higiene de manos y por una propuesta de uso generalizado de mascarillas. Sobre este último punto, solicitó la bajada del IVA en las mascarillas: “El lógico es que el IVA del 21% baje al IVA reducido, porque va a ser un producto que vamos a emplear en los próximos meses con mucha intensidad”.
Test masivos y estudio epidemiológico que será compartido con el Gobierno central
Por otra parte, Feijóo comunicó la situación actual de Galicia, donde el plan de contingencia se rebajó de la fase 3 a la fase 2 después de que el número de contagios que se produjeron en la Comunidad durante el pico de la pandemia bajara un 75%. Sobre este punto, hizo hincapié en la necesidad de seguir haciendo test masivos, resaltando que, hasta el día de ayer, Galicia lleva realizadas ya 63.715 pruebas en todas las áreas de salud.
Asimismo, y con el objetivo de preparar el futuro con el mayor conocimiento, recordó que Galicia ya está trabajando en un estudio epidemiológico con una muestra de más de 100.000 personas y cuyos resultados se remitirán de forma inmediata al Ministerio de Sanidad. E insistió en la necesidad de conocer la metodología del estudio que ha previsto hacer el Gobierno central en toda España, para poder “casarlo con el de las comunidades”. “Esto es clave para poder tener una visión de la situación sanitaria y de la posibilidad de desescalada para volver a la nueva normalidad de la actividad económica y social”, abundó.
Feijóo también volvió a llamar la atención sobre las residencias. “Debemos conocer los datos a nivel nacional, ya que mientras no se publiquen por parte del Ministerio de Sanidad los de todas las comunidades, no podremos acertar en los protocolos de tratamiento, ni dimensionar el problema en cada una de las comunidades”, recalcó.
Medidas para garantizar liquidez a trabajadores y empresas
En el ámbito económico, Feijóo reiteró la necesidad de medidas para dar liquidez a familias, trabajadores y empresas. “El mayor esfuerzo debe hacerse para garantizar la liquidez de las empresas a corto plazo”, afirmó, al tiempo que abogó por que el aplazamiento de impuestos tenga un mayor alcance del definido actualmente.
El presidente de la Xunta informó de que sigue habiendo problemas en el cobro de los trabajadores acogidos a un ERTE. Y propuso también establecer un período transitorio, ya que muchas empresas que solicitaron un ERTE a todo trance mayor –sobre todo en el sector industrial– no podrán ofrecer trabajo al 100% de su personal cuando se les permita reabrir. “Debemos pensar como pasamos de un ERTE a todo trance mayor a uno por razones económicas”, aseveró, con el fin de que estos trabajadores puedan mantener una renta mientras no puedan ser incorporados al 100%.
Del mismo modo, hizo hincapié en la importancia de agilizar al máximo los procedimientos de devolución de los diferentes impuestos, así como el pago a proveedores; diferir los plazos de presentación de las declaraciones con resultado a ingresar; o evitar autoliquidaciones positivas que deriven en devoluciones futuras.