Luis Peiró Sancho-Sopranis es socio director en NALBA Advisors, firma especializada en asesoramiento estratégico y financiero. Con una trayectoria marcada por la cercanía al tejido empresarial y la búsqueda constante de soluciones innovadoras, Peiró ha sabido combinar la visión analítica con un enfoque práctico orientado a la creación de valor. Su experiencia lo ha llevado a acompañar a empresas en procesos de transformación, crecimiento y toma de decisiones clave, consolidándose como una voz autorizada en el ámbito de la consultoría. En esta entrevista, comparte su visión sobre los desafíos actuales del mercado, el papel del asesoramiento independiente y las oportunidades que se abren para quienes saben anticiparse al cambio.
En apenas un año, los pagos móviles casi se han duplicado en España. ¿A qué factores atribuye esta aceleración tan marcada en la adopción digital por parte de los consumidores?
La aceleración en la adopción de pagos móviles en España responde a una convergencia de factores tecnológicos y sociales. Sin duda el elemento más importante es la mejora en la experiencia de pago: ¿Por qué llevar una tarjeta de plástico y memorizar un PIN, pudiendo pagar de forma más rápida y segura con el móvil?
Dicho lo cual, identificamos otros tres habilitadores clave que han preparado el terreno: 1) La creciente confianza de los consumidores en los pagos y otras interacciones digitales, 2) La proactividad de toda la banca española en implementar los principales wallets de banca móvil (principalmente Apple Pay y Google Pay), y 3) El efecto de la pandemia como catalizador para la adopción de pagos sin contacto.
¿Qué papel juegan las entidades financieras tradicionales frente a las fintech en esta transición hacia un entorno más digitalizado?
La transición hacia un entorno más digitalizado no viene tanto empujado por la oferta (las entidades financieras) sino exigido por la demanda (el consumidor). Los clientes están cada vez más cómodos centrando sus gestiones en el móvil, y eso mismo quieren para la gestión de su operativa financiera.
En este contexto, las entidades financieras españolas han demostrado una apuesta muy fuerte por la digitalización de sus servicios, sobre todo las más grandes por su mayor capacidad de aprovechar las economías de escala en sus inversiones. Las fintech por su lado han introducido innovación, agilidad y una visión centrada en la experiencia de usuario, y han servido de agitadores y en algunos casos de modelo para acelerar la tendencia en todo el sector.
¿Cree que estamos asistiendo al principio del fin del efectivo, o seguirá teniendo un espacio relevante en el día a día de los españoles?
Aunque el uso del efectivo está en declive, especialmente en entornos urbanos y entre generaciones más jóvenes, no creemos que desaparezca en el corto plazo. Su uso persiste en determinados contextos, como zonas rurales, entre personas de mayor edad o en sectores con mayor peso de economía informal. Dicho lo cual, está claro que su uso cada vez será más residual. Tanto es así, que algunos países más avanzados en ese sentido (como en Reino Unido, por ejemplo, donde es ya muy habitual leer en las tiendas carteles de “We are cash less” o “Card payments only”) están empezando a diseñar leyes para defender el derecho a pagar con efectivo, para evitar cualquier tipo de discriminación o riesgo de exclusión.
¿Cómo ha influido la integración de Deep Payments en la estrategia y capacidades de Nalba Advisors en materia de pagos?
La integración de Nalba y Deep Payments ha supuesto la unión de fuerzas de dos de las consultoras más especialistas en medios de pago del país, consolidando un nivel de experiencia y de conocimiento sectorial únicos en el mercado. En concreto, el equipo de Deep Payments nos ha aportado una visión más estratégica y especialista en el negocio de adquirencia (la aceptación de pagos), mientras que Nalba venía tradicionalmente más centrada el negocio de emisión de tarjetas. Además, nos han abierto la puerta a nuevos mercados (sobre todo en Latinoamérica), nuevos clientes y nuevos partners.
En definitiva, con esta unión hemos reforzado nuestra propuesta de valor y nos hemos posicionado como un socio clave para empresas que buscan transformar sus negocios de pago, en cualquiera de sus vertientes o verticales.
¿Qué sinergias tecnológicas y de negocio se están generando a raíz de esta operación?
La operación ha generado sinergias muy valiosas, principalmente en términos de capacidades y experiencia. Esto nos permite abordar proyectos más estratégicos y complejos, y ofrecer a nuestros clientes una visión integral del ecosistema de pagos. En algunos casos, estamos ayudando a nuestros clientes a reformular por completo la estrategia e infraestructura tecnológica de su negocio de pagos, cosa que antes de la fusión probablemente no podríamos haber cubierto sin el apoyo de un socio externo.
Desde el punto de vista de los clientes, ¿qué mejoras concretas podrán percibir en términos de seguridad, velocidad o coste de las transacciones?
Estamos dando soporte a una variedad de clientes (desde bancos y fintechs, hasta procesadores de pago o grandes comercios) a impulsar o transformar sus medios de pago. Las mejoras que diseñamos y ayudamos a implementar buscan en última instancia mejorar su posición competitiva e impactar de forma positiva en cuenta de resultados. El impacto en las transacciones no siempre es directo, pero sí diseñamos habitualmente mejoras en la experiencia de pago (para que sea más rápido y con la mínima fricción), en la disminución del fraude (cada vez más relevante, sobre todo en pagos online) o en nuevos casos de uso (como los pagos entre empresas o pagos internacionales más sencillos).
Se habla cada vez más de sostenibilidad aplicada a las finanzas. ¿Cómo puede un sistema de pagos más digital contribuir a reducir la huella medioambiental?
La digitalización de los pagos contribuye a una reducción de la huella de carbono principalmente a través de dos palancas:
La primera de ellas es el aumento de la eficiencia en las operaciones. Los pagos digitales permiten reducir el consumo de recursos asociados con medios de pago tradicionales como el uso de papel, plástico de las tarjetas o incluso la lagística asociada al efectivo.
La segunda de ella y en nuestra opinión, mucho más relevante, es la capacidad de trazar y analizar los datos de consumo, que permite a las empresas y entidades financieras identificar patrones de gasto asociados a una mayor huella de carbono, lo que permite actuar sobre los mismos y redireccionarlos a actividades menos contaminantes.
¿Qué avances se están explorando en materia de eficiencia energética en la infraestructura que soporta el ecosistema de pagos digitales?
Las infraestructuras tecnológicas, especialmente las ligadas a los sistemas de Inteligencia Artificial, van a suponer una parte muy relevante del consumo de energía en los próximos años. Como en muchas otras industrias, los pagos son y serán consumidores activos de este tipo de tecnología que, según el World Economic Forum, ya representan cerca del 2-3% del consumo de energía a nivel mundial.
Este tipo de infraestructuras, están a su vez en proceso de reconversión, minimizando su impacto a través del uso de energías no fósiles como la nuclear o las renovables y mejorando su eficiencia a lo largo de toda su cadena de valor desde su diseño pasando por su operativa y decomisado.
Por último, no nos podemos olvidar del importante consumo de agua necesario para la disipación de calor de estas infraestructuras, para lo que se están implementando sistemas de circularidad y reciclaje cada vez más avanzados
¿Existen iniciativas en Nalba Advisors que busquen vincular innovación financiera con responsabilidad social y sostenibilidad?
Si, hemos lanzado diferentes iniciativas, pero estamos especialmente orgullosos del desarrollo de una solución que permite analizar la predisposición de carteras de crédito a riesgos de sostenibilidad. En un contexto en el que la información disponible para la gestión de este tipo de riesgos es muy limitada y poca madura, nuestra solución, a la que hemos llamado Nalba Sustainability Index (NSI) aporta datos para la gestión de las carteras que no está disponible en el mercado.
El NSI aporta un valor diferencial para las entidades financieras para la gestión de sus carteras, permitiendo mejorar su toma de decisiones de negocio, además de cumplir con algunos requerimientos regulatorios de la banca europea.
Con Bizum dominando las transferencias inmediatas entre particulares, ¿cómo ve la evolución de los pagos instantáneos en el ámbito empresarial y en el comercio físico?
Bizum ya está llegando al comercio físico (varios grandes bancos han habilitado Bizum en sus TPVs). Considerando el altísimo nivel de adopción que tiene para pagos entre particulares (es una historia de éxito a nivel mundial), es probable que a medio plazo se coloque en cuotas de mercado relevantes en nuestro país, junto con las tarjetas o el efectivo (¿o el euro digital en un futuro?). Cuánta será esa cuota dependerá de muchos aspectos, pero el principal será el nivel de apoyo que tenga de los bancos, tanto en su promoción como en lograr una experiencia de pago equivalente al de las tarjetas.
En el mundo de pagos entre empresas, lo que ya una realidad son las transferencias instantáneas: su implantación varía dependiendo del valor que aporta la inmediatez del pago. Es un sector donde otros elementos como la capacidad de financiación o la facilidad de conciliación de los pagos son muchas veces más relevantes que acelerar el pago unas horas.
¿Qué expectativas tienen respecto a iniciativas europeas como EuroPA y su impacto en la competitividad frente a los grandes sistemas de pago internacionales?
Aunque la gran mayoría de pagos en comercios son domésticos, en un mundo cada vez más interconectado, la capacidad de pagar en el extranjero es sin duda un valor importante y la gran fortaleza competitiva de las tarjetas. Es por ello que Bizum y sus homólogos europeos están apostando por asegurar la compatibilidad en el entorno cercano. Es sin duda un movimiento con sentido y que mejora sin duda la propuesta de valor y la competitividad de estos medios de pago.
En un sector tan dinámico, ¿qué atributos cree que definirán a los líderes del mercado de pagos en los próximos cinco años?
Los líderes del mercado serán aquellos que logren combinar visión a largo plazo, innovación, tecnología y agilidad operativa, incluida la capacidad de colaboración. Es un sector muy complejo donde los cambios son constantes: nuevas tecnologías – liderado por los grandes impactos de la IA -, nuevos competidores, nuevas amenazas, nuevas exigencias de los clientes, etc. Aquellos jugadores que sepan centrar sus esfuerzos en un posicionamiento competitivo diferenciado, alcanzando acuerdos estratégicos para enriquecer su propuesta de valor y mejorar relevancia en el ecosistema, tendrán muchas bazas para liderar el futuro de los pagos.

