El Incibe publica los diez principales ‘sucesos’ de robos de información, ciberdelitos, infecciones por ‘malware’ o ciberespionaje no nacionales
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), con sede en León, ha publicado el ‘ranking’ de los diez principales incidentes de ciberseguridad producidos en 2016 en todo el mundo y recogidos a través de la Bitácora de Ciberseguridad. Encabeza la lista el robo de 81 millones de dólares al Banco Central de Bangladés perpetrado por piratas informáticos que lograron acceder a los sistemas informáticos de la entidad y transferir el dinero a varios casinos de Filipinas. Un error ortográfico en el nombre de uno de los destinatarios levantó las alarmas y evitó el mayor robo de la historia, ya que se habían realizado 35 peticiones para obtener casi 1.000 millones de dólares.
Este ‘ranking’ se establece teniendo en cuenta criterios de impacto económico, dimensión de las fugas o robos de información en cuanto a usuarios, empresas o instituciones afectadas, daño a la reputación o efectos causados en el ciberespacio a nivel mundial.
En total, se han registrado en la Bitácora 98 ‘sucesos’ de ciberseguridad, principalmente ataques con robo de información, perpetración de ciberdelitos, infecciones por malware, incidentes que afectaron a Operadores Críticos no nacionales, ciberespionaje e incidentes relacionados con el cifrado de información.
El segundo puesto lo ocupa el robo de unos 64 millones de dólares en ‘bitcoins’ a la plataforma de intercambio Bitfinex de Hong Kong, el mayor operador mundial de intercambio de bitcoin basado en dólares, lo que provocó una caída de la cotización del bitcoin superior al 23 por ciento. La tercera posición es para la publicación de datos de 154 millones de votantes de Estados Unidos. Los datos incluían información personal como dirección, correo electrónico, número de teléfono o enlaces a redes sociales.
En cuarto lugar, aparece la publicación de datos personales de 93 millones de ciudadanos de México, debido a la defectuosa configuración de la base de datos MongoDB utilizada por el Instituto Nacional Electoral de México. Este hecho, en el que quedaron expuestos detalles como la dirección postal y la fecha de nacimiento, levantó un gran revuelo en un país donde los secuestros son un crimen habitual.
En la quinta posición está el robo de 1.000 millones de cuentas a Yahoo!. Además de fechas de nacimiento, direcciones de correo electrónico, números de teléfono, contraseñas en MD5, la información robada también contenía preguntas y respuestas de seguridad sin cifrar.
Otro suceso relacionado con la misma compañía ocupa el puesto sexto; concretamente el robo de 500 millones de cuentas en un ataque que de acuerdo a la información publicada podría estar respaldado por un estado, ocurrido en a finales de 2014. Entre los datos robados, de nuevo se encontraban preguntas y respuestas de seguridad sin cifrar.
En séptima posición aparece el robo de 400 millones de cuentas de Friend Finder Network Inc., compañía que gestiona diferentes páginas de citas. La información robada incluía datos personales, como correo electrónico, patrones de navegación, patrones de compra y orientación sexual de los usuarios.
El octavo puesto es para el mayor ataque de DDoS producido hasta la fecha con dispositivos de Internet de las cosas (IoT). Producido por la botnet Mirai, compuesta por cientos de miles de cámaras IP junto a otros dispositivos IoT, dejó fuera de juego a múltiples servicios de Internet, llegando a afectar a PlayStation Network y Twitter, entre otros. Además se sospecha que este ciberataque habría sido también una prueba de concepto para afectar al funcionamiento de los sistemas de voto electrónico de EE.UU. previamente a las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
El noveno lugar de esta clasificación lo ocupa el fallo en la implementación de la pila TCP en sistemas Linux posteriores a la versión de Kermel 3.6. Este fallo, que permitía la infección de malware de forma remota o incluso el secuestro del tráfico de los usuarios, afectaba a todos los dispositivos móviles con sistema operativo Android y a las televisiones inteligentes, además de degradar las conexiones mediante el protocolo Https y redirigir el tráfico.
Cierra este ‘ranking’ el fallo en los procesadores Qualcomm que permitía acceder a la información cifrada sin que se activaran los mecanismos de borrado. Esta vulnerabilidad en la generación de las claves de cifrado afectó aproximadamente al 60 por ciento de los móviles Android del mercado.
ICAL