El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha reivindicado hoy mayor capacidad decisoria y competencial de las comunidades autónomas en el diseño del proceso de desconfinamiento, dado su mayor conocimiento del territorio.
Durante su intervención en la Conferencia de Presidentes celebrada este domingo, el jefe del Ejecutivo cántabro ha pedido que las regiones tengan «voz» más allá de participar cada semana en este encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en lo que a su juicio parece «una reunión de monaguillos con el prior de la comunidad».
Revilla se ha mostrado incluso dispuesto a «asumir el riesgo» que conlleva la capacidad de decisión en el plan de desescalada que, a su juicio, debe realizarse a partir del conocimiento del territorio y su problemática. En este sentido ha indicado que la realidad de Cantabria «no tiene nada que ver» con la de otros lugares como Madrid, Cataluña o Andalucía, dada su población dispersa y la proliferación de núcleos rurales, muchos de ellos sin ningún positivo en coronavirus.
«Pido esa competencia y asumo el riesgo de los errores que pueda traer como consecuencia», ha declarado Revilla, quien también ha precisado que el desconfinamiento debe llevarse a cabo «de manera muy elaborada, estudiando la situación de cada municipio y teniendo focalizados todos los lugares donde pueda haber infectados».
En su opinión, la desescalada deberá llevarse a cabo «poco a poco y con garantías», teniendo en cuenta el bajo riesgo de los habitantes de las zonas rurales, tal como ha puesto de manifiesto en la reunión presidida por Pedro Sánchez.
El presidente cántabro también ha mostrado su satisfacción por la decisión de que los niños puedan salir a partir del 27 de abril, una cuestión que había venido reclamando reiteradamente en las últimas conferencias de presidentes. En este sentido, también ha pedido a Sánchez que valore extender el permiso para salir a mujeres embarazadas y a otras personas que necesitan pasear y practicar deporte por razones médicas, siempre en lugares donde no haya aglomeraciones.
Además ha puesto en valor prácticas cántabras, como la pesca del cachón en la bahía de Santander en pequeñas embarcaciones con un único tripulante, que pueden ser compatibles con las restricciones necesarias para combatir la extensión de la pandemia.
También ha recordado a Pedro Sánchez la carta que le remitió hace ya varias semanas para pedir que se interese por la viabilidad de una posible reapertura de Sniace, dada la necesidad que existe en este momento de productos como la celulosa. El presidente le ha respondido que el Ministerio de Industria estudiará su planteamiento, por lo que Revilla ya ha encomendado a la Consejería de Industria que inicie los contactos para elaborar un informe sobre el coste de poner en marcha la empresa y el mercado potencial que puede tener en la coyuntura actual y futura.
Para Revilla, Sniace puede ser «extraordinariamente viable» en este momento, dado que es de las pocas fábricas que elaboraba en Europa «una materia prima fundamental» -celulosa y viscosa- en la lucha contra el coronavirus, por su utilidad para la confección de batas o mascarillas, entre otros materiales.
Liquidez
Por otro lado, ha insistido en su reivindicación «permanente» sobre la desmovilización del remanente de tesorería de los ayuntamientos, que en Cantabria está cifrado en 450 millones de euros, y ha reivindicado que pueda utilizarse para invertir, en lugar de permanecer en una cuenta bancaria «al cero por ciento», en lo que ha calificado de «contrasentido absoluto».
Además, ha insistido en la «angustia financiera» de las comunidades autónomas y el «quebranto» que está suponiendo la pandemia, que en el caso cántabro cuantifica en torno a los 400 millones de euros, por lo que ha vuelto a pedir que se flexibilice la regla de gasto para que «no pare la actividad económica».
Asimismo, ha incidido en la necesidad de que el Gobierno de España «clarifique» con qué fondos va a contar cada comunidad autónoma y para qué gastos justificados, con el objetivo de que continúe la actividad económica, porque ¿ha dicho- «si no la apalancamos será más grave que lo que está organizando esta pandemia».
Igualmente, ha instado el pago a las comunidades autónomas del IVA que adeuda el Estado por la liquidación de 2018, que en Cantabria asciende a 42 millones de euros, así como de los 22 millones correspondientes a la anualidad de Valdecilla impagada 2016 y ha recordado que la Audiencia Nacional ha fallado a favor de las peticiones de Cantabria.