El Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha elaborado el primer registro internacional sobre parada cardiaca en niños hospitalizados. El trabajo analiza los factores asociados a una mayor supervivencia o mortalidad de los niños que sufren parada cardiaca dentro del hospital. En su desarrollo han colaborado, junto a hospitales españoles, varios países latinoamericanos, Italia y también Portugal, lo que ha permitido hacer un registro más amplio y con más elementos para analizar. El proyecto titulado “Parada cardiaca intrahospitalaria en la infancia” es la tesis doctoral de Jimena del Castillo, intensivista del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Marañón, que ha obtenido el premio extraordinario de doctorado por la Universidad Complutense de Madrid.
La tesis doctoral de Jimena del Castillo, que ha sido dirigida por Jesús López-herce, jefe de Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos, del Hospital Gregorio Marañón, incluye variables como que la probabilidad de fallecer es dos veces mayor si el índice de desarrollo humano del país, en el que sufre parada cardiaca el menor, es bajo/medio con respecto a países de nivel alto. También que el riesgo es tres veces mayor si el paciente tiene una enfermedad oncohematológica previa y hasta dos veces superior si antes de sufrir la parada cardiaca estaba en tratamiento con fármacos inotópicos (medicamentos que cambian la fuerza de los latidos del corazón).
“Teniendo en cuenta que la parada cardiaca en niños es menos frecuente que en adultos, durante el desarrollo de este trabajo pudimos recabar información de más de 500 episodios de parada cardiaca durante un periodo de dos años, lo que nos permitió analizar que a partir de los 10 minutos de reanimación la probabilidad de fallecimiento de los niños aumentaba hasta 4 veces y si el origen de la parada era por patología neurológica el riesgo era 5 veces mayor” apunta Jimena del Castillo.
Mejor pronóstico
Igualmente, toda esa información permitió identificar factores protectores que podían influir en la supervivencia de los niños y en su recuperación sin secuelas neurológicas como que la parada cardiaca transcurriese en una Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica suponía que la probabilidad de supervivencia es 2,6 veces mayor o que el ritmo cardiaco de inicio fuese un ritmo desfibrilable, añade del Castillo.
La tesis, cuyos resultados se publicaron, en su mayoría, en revistas científicas de prestigio, ha obtenido el premio extraordinario de doctorado por la Universidad Complutense de Madrid y ha continuado el trabajo de investigación ya iniciado por López-Herce en 2004 sobre la situación en España de la reanimación cardiopulmonar.
“El proyecto nos ha servido de embrión para elaborar un segundo registro internacional que ya se ha iniciado a primeros de octubre. El abordaje será mucho más extenso e incluirá factores que no se habían analizado previamente y que servirá de base para la creación de un registro permanente de parada cardiorrespiratoria pediátrica” añade Jimena del Castillo, intensivista de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital.