El ensayo clínico español para prevenir la COVID-19 promocionado por el Ministerio de Sanidad, ha dado el salto a Latinoamérica.
Argentina, Ecuador y Uruguay se han sumado a ÉPICOS (Ensayo Clínico para la Prevención de la Infección por Coronavirus en Sanitarios), el estudio más grande de estas características de Europa y uno de los más grandes del mundo en el que participarán 4.000 profesionales que se encuentran en la primera línea de respuesta a la pandemia. Además, otros países como México y Venezuela han solicitado participar.
En la actualidad, un total de 67 hospitales de 14 comunidades autónomas forman parte de este ensayo clínico coordinado por el Plan Nacional sobre el Sida, en el que participa personal médico y de enfermería, celadores, farmacéuticos, técnicos de radiología y laboratorio, limpiadores y capellanes.
Para ampliar esta representación de las profesiones que están actuando frente ala COVID-19 y debido a la disminución de la presión a nivel hospitalario, ÉPICOS contará también con personal de atención primaria, personal de servicios de urgencias/emergencias móviles, personal de atención domiciliaria y de centros de atención de mayores y/o con discapacidad.
«Si demostramos que alguno de los tratamientos que se están probando en ÉPICOS es eficaz, sería lógico expandirlo a otros profesionales que están a riesgo, como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o cualquier otro colectivo que consideremos que es altamente vulnerable a las consecuencias de la COVID-19», explica Julia del Amo, directora del Plan Nacional sobre el Sida, e investigadora principal de ÉPICOS.
De los profesionales que participan en la actualidad en ÉPICOS, más del 40% son personal médico; casi el 30%, personal de enfermería, seguido de otros profesionales como auxiliares de enfermería, celadores, técnicos de laboratorio y de radiología, entre otros. Casi el 65% de ellos son mujeres y con edades comprendidas entre los 40 y los 50 años.
Protección al profesional y al paciente
El objetivo de ÉPICOS es evaluar el riesgo de desarrollar COVID-19 en personal sanitario y socio-sanitario de alto riesgo. Para ello, se administrará de manera preventiva y aleatoria uno o dos medicamentos que se compararán con un grupo placebo, en línea con las directrices de la OMS y la comunidad científica.
Así, se compara la eficacia preventiva de tres tratamientos estratégicos: hidroxicloroquina, antirretrovirales que se utilizan para tratar la infección por VIH (emtricitabina/tenofovir disoproxilo fumarato) y la combinación de ambos, en dosis muy pautadas y revisadas. A diferencia de otros estudios publicados sobre la eficacia de la hidroxicloroquina después de la exposición al COVID-19, este estudio evalúa su efecto antes de entrar en contacto con el virus.
El tratamiento preventivo de ÉPICOS tiene una duración de 12 semanas aunque se realizarán análisis intermedios para evaluar la eficacia de cada opción.
Con este ensayo clínico, el Ministerio de Sanidad, a través del Plan Nacional sobre el Sida y con la colaboración de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), busca proteger a los profesionales que se encuentran en la primera línea de la respuesta a la pandemia, y a los pacientes, a los que el personal sanitario y socio-sanitario puede transmitir de modo inadvertido la enfermedad.