Los tratamientos de belleza ayudan a mejorar la autoestima y el estado de ánimo, lo cual puede ser favorable en un tratamiento de fertilidad. El bótox no afecta al funcionamiento hormonal ni a la eficacia del tratamiento de fertilidad, pero hay que evitarlo en la transferencia embrionaria. Los tratamientos capilares como el Finasterida y Dutasteride pueden reducir la calidad del semen
En los últimos años, se ha producido un aumento de pacientes en edad fértil que se someten a tratamientos de medicina estética. Según el último estudio de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), en 2024 más del 50% de la población recurrió a estos procedimientos.
Este auge coincide con un incremento del uso de las técnicas de reproducción asistida para conseguir el embarazo, que ya representan el 12% de todos los nacimientos en España. Por ello, cada vez es más común que quienes se someten a tratamientos de fertilidad también sean usuarios habituales de tratamientos de belleza y se pregunten si pueden seguir cuidando su imagen durante el proceso. El Dr. Adolfo de Prados, ginecólogo de la clínica Equipo Juana Crespo, responde a las dudas más comunes.
«La recomendación general de la mayoría de las clínicas es desaconsejar los tratamientos de belleza durante un proceso de reproducción asistida, sin embargo, en Equipo Juana Crespo creemos que es importante hacer una diferenciación porque no todos los procedimientos tienen el mismo impacto y hay algunos que sí pueden realizarse sin riesgo.» afirma el especialista.
El doctor destaca que su uso podría ser incluso beneficioso debido a la dimensión emocional de los tratamientos estéticos. «Está demostrado que ayudan a mejorar la autoestima y el estado de ánimo, lo cual puede ser favorable en un proceso con una alta carga emocional como la reproducción asistida, debido al estrés o ansiedad que puede provocar este tipo de tratamientos», apunta.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética, un 21% de los tratamientos que se realizan en España son en mujeres de 35 a 45 años y un 38% en mujeres de más de 45 años. En cuanto a cuáles son las terapias más habituales, se encuentra que en la etapa de los 35 a los 40 son aquellos destinados a la prevención y rejuvenecimientos de los primeros signos del envejecimiento como puedan ser rellenos de hialurónico, toxina botulínica, lifting facial. Las mujeres a partir de los 40 la piel ya muestra signos más evidentes del paso del tiempo y se recurre a terapias y cirugías completas enfocadas a rejuvenecimiento facial, eliminación de manchas y mejora de la piel, también bótox.
Según la SEME, Sociedad Española de Estética, entre los tratamientos más demandados en España se encuentra la orientación nutricional, los neuromoduladores como el bótox, la luz intensamente pulsada IPL, los rellenos faciales, el aumento de labios y los tratamientos capilares, cuya demanda aumentó considerablemente en 2024.
Si analizamos los tratamientos de belleza más empleados entre las pacientes que se someten a procesos de fertilidad, según el doctor de Prados, el uso de bótox no afecta la función hormonal ni la eficacia del tratamiento reproductivo por lo que sí sería una técnica compatible con el proceso, aunque recomienda evitarlo justo antes de la transferencia embrionaria. Lo mismo ocurre con rellenos dérmicos como el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica: «Estas sustancias están presentes en el organismo y no suponen un riesgo, ya que no son disruptores endocrinos y no tienen ningún efecto en la función hormonal y ovárica», explica.
Por el contrario, tratamientos como la mesoterapia abdominal, la liposucción o la abdominoplastia sí deben evitarse, porque pueden afectar a la vascularización de la zona y esto podría interferir en la absorción de la medicación que debe aplicarse durante una estimulación ovárica. También se desaconseja el uso de láser en las semanas previas a la transferencia embrionaria, debido a que su uso puede provocar un estrés dérmico que podría aumentar la temperatura corporal y afectar a las posibilidades de implantación.
En cuanto a la presoterapia, no existe contraindicación y podría realizarse sin problema durante un tratamiento de fertilidad, siempre que se limite a las piernas.
Respecto a los hombres, el especialista advierte que tratamientos capilares como el Finasterida y Dutasteride pueden reducir la calidad del semen, aunque existen excepciones. «No todos los hombres se ven afectados, pero si el seminograma no es óptimo, conviene suspender el tratamiento y volver a realizarlo ocho semanas después, para evaluar si el causante de la mala calidad seminal», señala. Por el contrario, el minoxidil no presenta riesgos.
La clave, concluye, es la personalización y el acompañamiento médico: «Cada paciente es diferente. Lo fundamental es informar bien y tomar decisiones seguras y consensuadas con el especialista».
Sobre Equipo Juana Crespo
Equipo Juana Crespo, nace en el año 2014 de la mano de la doctora Juana Crespo y hoy cuenta con más de 30.000 pacientes tratados con éxito, en un espacio de más de 3.000 metros cuadrados, con ubicación en Valencia; área especializada en medicina reproductiva de alta complejidad. La clínica cuenta con Laboratorio de FIV propio y Unidad de Cirugía Reproductiva dotados de los equipos de última generación y la tecnología más avanzada del sector. Todo ello, junto al mejor equipo humano formado por 100 profesionales, forman la clínica especializada en España en medicina reproductiva de alta complejidad.