El alcalde del municipio, Antonio Vicente Rubio, se la impuso a Mar López, directora de GSD El Escorial, y a José Luis Miranda, presidente de GSD Cooperativa. La portavoz municipal del Ayuntamiento de El Escorial, Vanesa Herranz, destacó, de manera previa a la entrega, la calidad educativa, innovación, identidad propia y sostenibilidad que ha aportado el colegio GSD al municipio, mientras que el alcalde puso el acento en el empleo de calidad y estable que la cooperativa lleva dos décadas generando
El parque Lorenzo Fernández Panadero fue el escenario de la celebración del Pleno Municipal en el que el Ayuntamiento de El Escorial hizo entrega de sus Honores y Distinciones 2024.
Premiados, autoridades de municipios vecinos y también regionales disfrutaron de este emotivo acto, en el que José Luis Miranda, presidente de GSD Cooperativa, y Mar López, directora de GSD El Escorial, recibieron, en nombre del colegio y de manos del alcalde de El Escorial, Antonio Vicente Rubio, la Medalla de la Leal Villa, en Categoría de Oro.
En palabras de la portavoz municipal y concejal de Protocolo del Ayuntamiento de El Escorial, Vanesa Herranz, se trata de «un reconocimiento a los 20 años que lleva el colegio GSD El Escorial ofreciendo calidad educativa, innovación, identidad propia y sostenibilidad». El regidor, por su parte, destacó «el empleo de calidad y estable que la Cooperativa genera en el entorno».
Agradecido por la distinción, Miranda recordaba que la cooperativa de educación Gredos San Diego inició su trayectoria hace 39 años «con 18 personas que tuvieron la idea más revolucionaria y radical de la empresa española: que todo el que llegara pudiera ser dueño del negocio». Hoy, la cooperativa tiene 1.100 de estos dueños, aporta otros 900 puestos de trabajo, gestiona 10 colegios en la Comunidad de Madrid, y otros dos fuera de España. «La idea, ha funcionado», certificaba el presidente de GSD, a la luz de los datos. Precisamente El Escorial fue el primer municipio que acogió un colegio GSD fuera de la ciudad de Madrid. «Y, desde entonces, siempre hemos tenido las puertas de esta localidad abiertas para nosotros», certificó Miranda. El presidente recordó a sus tres antecesores en el cargo, que han estado al frente de la cooperativa a lo largo de estos casi 40 años: Carlos de la Higuera, socio fundador, presente en el acto, Javier Martinez Cuaresma y Juan García, así como a todos los directores del centro premiado de los últimos 20 años: Ángel Algaba, Lola Granado, Javier de Miguel, Andrés Perales, Carmen Martínez y, ahora, Mar López.
La actual directora agradecía su confianza «a todas las familias que, a lo largo de estos 20 años, nos han acompañado, dejando en nuestras manos lo que más quieren del mundo: sus hijos» y mostró públicamente su deseo de que «sigan confiando en nosotros otros 20 años más».
Gredos San Diego El Escorial abrió sus puertas en septiembre de 2003, siendo presidente de la cooperativa Carlos de la Higuera, con el añorado Angel Algaba como director. Su llegada respondía a la necesidad municipal de ampliar la oferta educativa a las urbanizaciones del municipio. El Ayuntamiento, mediante concurso público, adjudicó a GSD la construcción y gestión de un centro concertado, contando para ello con el compromiso de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, «un compromiso que, me consta, se mantiene», añadía Herranz en su fundamentación de la distinción.
En su primer curso ya contaba con una matrícula de 1100 alumnos, desde Educación Infantil a ESO, una cifra que se ha ido ampliando, en número y en oferta educativa, con el paso de los años lectivos, incluyendo recientemente la Formación Profesional.
Con una experiencia acumulada de 18 años, GSD El Escorial implantó en la localidad un proyecto bilingüe desde Educación Infantil hasta Secundaria, inédito en el municipio hasta entonces. Hoy, sigue contando con un programa que facilita la conciliación de las familias, comedor con cocina propia, rutas escolares, ampliación de horarios, actividades extracurriculares orientadas hacia el deporte, el ocio saludable, el arte y la cultura, y un marcado compromiso con la sostenibilidad, pues cuenta con un jardín pedagógico en el que el alumnado puede desarrollar actividades educativas de forma habitual en contacto con la naturaleza. Asimismo, GSD El Escorial también es un ejemplo de integración, con la incorporación de aulas TEA, en 2005, favoreciendo la integración de estos alumnos en un entorno escolar que respeta y valora la diversidad y les permite recibir una educación de calidad.
Fuente Comunicae