Agencia IE 6/10/2017
Son las 3:30 de la madrugada. Suena el despertador. Y, sin retrasar ni un minuto la alarma, Benjamín Crespo se pone en pie con la energía que nos falta a muchos a esas horas. Toma un café con leche y sacarina, y sale con su agenda a la calle donde acabamos de llegar para, seguidamente, coger un taxi y dirigirse, como todos los días, al Polígono El Montalvo, donde tiene su negocio: la empresa Agrupesca, que dirige desde 1992 y que hoy distribuye cerca de 100.000 kilos de pescado al año.
Durante el trayecto nos relata orgulloso la historia de su abuelo Francisco, llamado a ser panadero como su padre o churrero como su madre, pero que con 10 años un cartel en la calle Prior con una oferta de trabajo de ayudante de pescadería cambió el rumbo de su vida. Y, por consiguiente, la de sus descendientes, convirtiéndose en uno de los mayoristas que se asentarían años más tarde en el entorno del Mercado Central. Crespo recuerda que “estuve cerca de un año trabajando como mozo de almacén para conocer bien el negocio”. Y desde entonces hasta ahora ya no se ha separado de los sabores del mar, desde el mejor pescado de las lonjas del norte de España hasta el de los puertos andaluces.
Agencia IE: ¿Qué ha significado para usted, ya no sólo continuar con el negocio familiar, sino llevarlo a lo más alto dentro del sector?
Benjamín Crespo: Yo siempre he dicho que las cosas que nos mueven siempre sirven para algo. Y a mí por aquel entonces me movió involucrarme por completo en el negocio de la familia, analicé sus fortalezas y debilidades, y me di cuenta que era necesario implantar la venta telefónica. Todo un acierto en los tiempos que corren. También el de apostar fuerte por el sector de la hostelería como nuevo cliente; y es que hoy en día la venta a hoteles y restaurantes supone un porcentaje importante de nuestra facturación. Así que estoy muy orgulloso que en Agrupesca se mezcle tradición, negocio familiar y calidad y que, además, contribuyamos a la creación de puestos de trabajo y a dinamizar la actividad comercial en pleno centro histórico de Salamanca.
las 8:00 de la mañana llegamos en la furgoneta de la empresa al Mercado Central de Salamanca. Allí somos testigos de cómo Benjamín Crespo reúne a todo su equipo para darle las indicaciones sobre el desarrollo de la jornada de este día. Lo hace con precisión y con mucha cercanía. Y es que para Crespo “los trabajadores de una empresa son parte de tu familia y la buena relación entre todos es clave para que el negocio funcione bien”.
A las 10:00 de la mañana ya está listo en su despacho presidencial de la Cámara de Comercio de Salamanca para recibir a una delegación de empresarios procedentes del territorio nacional. Es una buena oportunidad para estrechar lazos de colaboración y analizar el actual contexto económico. Benjamín Crespo es muy consciente de ello.
AIE: ¿En qué cambia Benjamín Crespo cuando se quita el traje de faena en Agrupesca y se pone la corbata como máximo representante de los empresarios de Salamanca?
BC: Tú lo has dicho. Sólo cambio en la vestimenta. Pero, en el fondo, sigo siendo el mismo empresario que trabaja por el crecimiento de su Salamanca natal.
AIE: ¿Y en qué ha cambiado su vida desde que es presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca?
BC: Sobre todo, en el número de compromisos que tengo, pero sigo siendo el mismo, trabajando por lo que creo y muy orgulloso del respaldo institucional que estamos recibiendo.
Benjamín Crespo es el primer presidente que ha fijado los lunes de cada semana, de 12 a 14 horas, para recibir en su despacho de Presidencia a cualquier empresario o plenario sin cita previa para atender personalmente sus consultas y conocer de primera mano sus inquietudes. Entre visita y visita en este lunes, charla con nosotros sobre esta decisión “más que acertada” con el fin de acercar la Cámara de Comercio al empresariado salmantino y abrirle las puertas en todo lo que necesiten.
AIE: ¿Cuáles son las principales preocupaciones que inquietan a los empresarios salmantinos?
BC: La mayoría de ellos nos han trasladado la necesidad de que disminuyan las trabas administrativas, de que se reactive el crédito a las empresas, se adecúen los costes laborales y se reduzcan las cargas fiscales que repercuten en sus negocios, así como que se dé un mayor impulso a la inversión para que crezca así la demanda y la actividad. También hay una buena parte que nos piden asesoramiento para montar su propia empresa.
AIE: Los empresarios sostienen desde hace ya muchos años que montar una empresa o ‘dar vida’ a una iniciativa empresarial es mucho más complicado que en otros países…
BC: Montar un negocio no es fácil. Los empresarios necesitan confianza, recursos, ayudas para los nuevos emprendedores y una formación continua para no estancarse. Nosotros apostamos por las sinergias entre empresas, el „coworking‟ y las „startups‟ para aumentar sus posibilidades de crecimiento.
AIE: Salamanca necesitaba una cúpula empresarial fuerte, creíble, responsable, transparente…
BC: Sí, y ahí ha entrado en juego nuestro papel como Corporación de Derecho Público y, por supuesto, la labor que está desarrollando CES, que se ha consolidado como referente de las confederaciones empresariales de Salamanca y de dar apoyo a sus asociaciones integrantes. Todos nosotros trabajamos con unas ganas e ilusión tremendas para mejorar la imagen del empresariado y para crear un clima de confianza, estabilidad y transparencia que incentive el emprendimiento y la puesta en marcha de empresas en nuestra ciudad que son las que generan empleo y riqueza.
AIE: ¿Qué balance puede hacer de su gestión como presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca y de la de su equipo durante este tiempo?
BC: Es muy gratificante que, gracias al trabajo de todo el equipo que me rodea, la Cámara de Comercio vuelva a tener el respaldo de las instituciones, de los partidos políticos, sindicales, empresariales y de la sociedad civil y militar de Salamanca.
Tras la nefasta gestión de la antigua dirección en los últimos años, hemos abierto una nueva etapa en la institución cameral para poder ser un trampolín para la creación de empleo en Salamanca. Hemos tomado muchas medidas para que la Cámara vuelva a ser transparente y viable, y los empresarios la vuelvan a sentir como suya. Y creo que vamos por el camino correcto.
AIE: ¿Siempre ha sido de pisar fuerte?
BC: Tengo las ideas muy claras, sé muy bien lo que quiero y casi mejor, lo que no quiero para el empresariado de Salamanca. Y eso me hace pisar fuerte y trabajar con perseverancia y constancia para conseguir las mejores metas para el sector empresarial salmantino.
AIE: ¿Cómo respira la PYME salmantina?
BC: Las pymes de Salamanca se han convertido en uno de los ejes principales que sostienen la economía de la ciudad y provincia. Nuestros emprendedores saben que, aunque el camino que hay por delante sea difícil, pueden confiar en su proyecto y obtener buenos resultados; tienen una gran predisposición al crecimiento.
AIE: ¿Cuáles son los puntos fuertes de Salamanca?
BC: Tanto desde la Cámara de Comercio como desde CES queremos poner en valor las ventajas competitivas que tiene Salamanca, capital y provincia. Está situada en un lugar estratégico, tenemos buenas comunicaciones, suelo disponible y un precio moderado del mismo. Además, nuestras dos universidades y la población universitaria representan un valor añadido para las empresas.
Llega la hora de la comida. Durante el trayecto hacia el restaurante, tenemos que hacer varios altos en el camino. Se nota que Benjamín Crespo es un tipo muy conocido y querido, a la par que sociable. Tras saludos y charlas varias, nos sentamos a la mesa. Benjamín Crespo me mira y esboza una sonrisa. No hace falta que me diga que le gusta tratar con la gente.
Después de una agradable sobremesa, nos dirigimos hacia la sede de AESCO. Benjamín Crespo es presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Comercio desde 2011.
AIE: ¿Cómo se encuentra en estos momentos el sector del comercio en Salamanca?
BC: El comercio es uno de los principales motores de la economía salmantina. Los últimos tiempos, con la crisis, no han sido fáciles pero los índices de confianza y de consumo están mejorando. Los consumidores tienen que recuperar la confianza y nosotros, por nuestra parte, tenemos que seguir informándoles de las ventajas que tiene comprar en nuestro comercio de proximidad. Un comercio de calidad, de profesionalidad, de cercanía en el trato. Un comercio que crea empleo y da vida a los barrios, a la ciudad.
AIE: Ante la nueva era digital, ¿qué considera más importante en los empresarios comerciales? ¿Aptitud, actitud, velocidad, capacidad de emprender, adaptación a los cambios…?
BC: La actitud es fundamental; si se tiene, el resto viene solo. A nuestro sector se está incorporando una nueva generación de empresarios que aportan savia nueva en cuanto a conocimientos, ideas, creatividad… Que han crecido con las nuevas tecnologías y que son un buen espejo al que mirarse para seguir creciendo y mejorando cada día para ofrecer la mejor experiencia de compra posible a nuestros clientes.
AIE: ¿Cuáles cree que son los factores determinantes para que el comercio de proximidad haga frente a los grandes almacenes y a la llegada continuada de franquicias en Salamanca? ¿Cómo se compite contra esto?
BC: El pequeño comercio tiene muchos puntos fuertes frente a las grandes superficies. Los compradores valoran una mejor atención al cliente, la especialización, la posibilidad de adquirir ciertos artículos difíciles de encontrar en los grandes almacenes o el amplio conocimiento del producto que tienen los comerciantes de pequeñas y medianas tiendas. En definitiva, en las tiendas de barrio la experiencia de cliente es mucho mayor que la recibida en un gran comercio.
AIE: ¿Cómo se afronta desde AESCO la recta final del año?
BC: Cada vez el consumidor se muestra más optimista, estamos recuperando esas ventas que hemos perdido en años anteriores y el desempleo en Salamanca está descendiendo. Esto nos lleva a prever un crecimiento del comercio desde noviembre con el apogeo del „Black Friday‟ y ya de cara a la campaña de Navidad y las rebajas de enero. Esperamos realizar el mayor número de contrataciones de los últimos años y, aunque es pronto para realizar el análisis de cómo va a ir la campaña navideña, ya somos moderadamente optimistas.
AIE: Presidente de AESCO, presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, presidente de AESPESCA, en la directiva de CES, en la directiva de los empresarios del Montalvo III… ¿Le queda tiempo para usted? ¿Cómo compagina todos sus cargos con su vida personal?
BC: Los compagino de la mejor manera posible. Es cuestión de organizarse, pero tengo un importante equipo de trabajo detrás que me ayuda a conciliar mi vida familiar y me hace mi día a día mucho más fácil. Y, aunque a veces el día se me queda corto y no tengo demasiado tiempo para mí, quiero aprovechar esta oportunidad y la confianza que los empresarios salmantinos han depositado en mí, para defender sus intereses y trabajar por el crecimiento económico de Salamanca.
AIE: ¿Qué es lo que más valora entre sus compañeros empresarios?
BC: La implicación, la entrega y la perseverancia a la hora de conseguir los objetivos que nos hemos propuesto. Valoro su optimismo, la ilusión y las ganas de trabajar.
Tras un día imparable, despedimos a un Benjamín Crespo, con las pilas aún cargadas aunque en sus ojos ya se aprecia cierto atisbo de cansancio, para dedicar sus últimas horas del día a su familia, “la que siempre me ha apoyado en todas mis decisiones y sin la que sería muy difícil asumir todas estas responsabilidades”. Es hora de quitarse el traje y disfrutar con los suyos.