Cloud Computing es un concepto que lleva varios años rondando diferentes foros empresariales y de consumo, y que con frecuencia se relaciona con otros conceptos como el de la innovación, debido principalmente a que es un elemento facilitador de la misma, que permite que las empresas puedan poner en marcha nuevos proyectos sin necesidad de realizar grandes inversiones de manera anticipada y disponiendo de multitud de servicios listos para ser utilizados.
JAIME GUTIÉRREZ DE MESA,
DIRECTOR CLOUD, INFRASTRUCTURE & DATACENTER SERVICES DE IBERMÁTICA
La computación en la nube, siguiendo la definición del NIST (National Institute of Standards and Technology), es un modelo por el cual podemos disponer de un servicio: bajo demanda, de manera remota, basado en recursos compartidos, con elasticidad para crecer (o decrecer) y con unas métricas concretas. A nivel tecnológico, el Cloud está basado en el concepto de la virtualización, que consiste en que sobre un elemento físico se levantan varios virtuales de menor tamaño. Este concepto, que puede parecer novedoso, realmente deriva de la década de los 70, cuando ya se trabajaba de esta manera en las primeras grandes computadoras, pero sobre entornos dedicados y no compartidos.
El Cloud Computing no es una tecnología actual (pese a que ahora hablemos mucho de ella). Es un modelo de negocio actual que responde a un cambio en la sociedad que se llama pago por uso. Hoy en día vivimos en una sociedad en continuo cambio, cada vez más acelerado, donde lo que hoy es válido mañana quizá ya no lo sea, y por lo tanto precisamos de disponibilidades inmediatas (con reducciones drásticas del time-to-market) y la capacidad de abandonarlo en cualquier momento.
Este fenómeno se debe en parte a la digitalización de la sociedad y la sobre-exposición constante a la información que tenemos. Hoy en día, en la sociedad hiperconectada recibimos impactos constantes y un nuevo producto o servicio puede alcanzar una gran difusión en cuestión de meses (incluso semanas) y, asimismo, pasados unos meses pasar a convertirse en residual o incluso desaparecer del espectro.
El pago por uso
Esta tendencia hace que el modelo Cloud, que tiene como características clave el pago por uso y la elasticidad de los servicios (entre otras), permita que una compañía pueda contratar servicios para el desarrollo de sus nuevas iniciativas, que éstas crezcan a medida que la demanda aumenta (si el servicio tiene éxito) y que el momento que se decida finalizarla los costes lo hagan también, sin necesidad de esperar a que finalice un ciclo de inversiones, quizás demasiado largo.
La implementación del pago por uso es una de las claves por las que el Cloud Computing está considerado como un acelerador de la innovación. Todas las compañías revolucionarias que han aparecido en los últimos tiempos basadas en plataformas tecnológicas, como Netfilx, AirBnB, Uber, o Wallapop en España, lo han hecho basadas en servicios Cloud, y sin ellos seguramente su éxito se hubiese visto retrasado o incluso no habría existido, ya que si, por ejemplo Netflix, para lanzar su servicio de streaming hubiese tenido que invertir de manera anticipada en toda la plataforma tecnológica necesaria, quizá no hubiese podido llevar a cabo su iniciativa.
Otra compañía innovadora que está basada en los servicios Cloud es Amazon, pero este caso es diferente, puesto que fue la propia Amazon la primera empresa que lanzó un servicio de Cloud Público, aprendiendo de sus necesidades como empresa de distribución online y entendiendo que los problemas de crecimiento que había experimentado eran extrapolables a otras compañías en crecimiento, y que ésa podría ser una necesidad a resolver lanzando un servicio de esas características, al que llamaron Amazon Web Services.
Nuevas formas de trabajar
Las plataformas Cloud, además de permitir que las empresas dispongan de recursos IT casi ilimitados a un golpe de click, han habilitado nuevas formas de trabajar que también contribuyen a crear los ecosistemas adecuados para que pueda fluir la innovación, permitiendo que cada uno se centre en aquellas tareas principales y no necesite perder tiempo con otras “no core”.
El primer cambio viene derivado de la “gestión por proyectos”, en lugar de la “gestión transversal o de entornos”. Al contrario que en los entornos tradicionales, donde las organizaciones despliegan una infraestructura común para soportar todos sus servicios IT, en las plataformas en Cloud se despliegan a medida de cada servicio, cada una respondiendo a los requerimientos específicos de negocio, con lo que se dispone de un servicio a medida de las necesidades.
De cara a evitar que este tipo de infraestructura a medida dispare los costes de administración (que ya no dependen de servicios transversales), las plataformas Cloud cuentan con todas sus funciones interoperables a través APIs, los que permite que una organización pueda automatizar todas las tareas de administración y que el manejo de un número creciente de entornos no suponga un aumento de los costes. Así, podemos hacer que nuestro nuevo servicio aumente de tamaño de manera automática cuando aumente la demanda de los usuarios, y se reduzca de la misma manera cuando ya no sea necesaria. Incluso se puede automatizar que cuando los desarrolladores de producto tengan una versión nueva de nuestra aplicación, ésta pueda lanzarse al mercado de manera desatendida por la noche (que es cuando causa menor impacto en los usuarios) de manea completa o con un despliegue parcial.
Esto es lo que se entiende por trabajar en modo Devops, que es una metodología que ha alcanzado grandes cotas de popularidad por su contribución a la agilidad y a la aceleración de la innovación, y que sin las plataformas Cloud no habría podido existir, ya que se basa en la automatización de tareas y para ello es necesario que los componentes estén disponibles, lo estén en pago por uso y accesibles a través de Internet (conceptos clave en la definición de un servicio Cloud)
Otra de las contribuciones clave del Cloud Computing a la innovación es la existencia de múltiples servicios listos para ser utilizados en las tareas de desarrollo que las plataformas ponen a disposición de los usuarios en modalidad de pago por uso. Cuando una compañía quiere lanzar una nueva aplicación, ésta requiere de muchos componentes dentro de su arquitectura, que en muchos casos no son el core de la aplicación, pero son necesarios. En una aproximación tradicional, una compañía debe construir cada uno de esos componentes, pero en las plataformas Cloud todos esos elementos ya están ahí y pueden consumirse también en pago por uso. Por ejemplo, pueden consumirse gestores de colas, servicios de mensajería, etc., que permiten acelerar enormemente los desarrollos y que, al ser pago por uso, permiten que un servicio recién lanzado y que se base en ellos no tenga coste mientras no tenga uso, y a medida que el tráfico de usuarios aumente el coste del servicio lo haga también.
En este punto se debe hacer una especial mención a los servicios de Inteligencia Artificial, como el reconocimiento de voz, texto o imagen. Estos servicios son muy costosos de crear, ya que requieren de un entrenamiento de los mismos, pero las plataformas Cloud cuentan con los sistemas ya entrenados (a veces no exactamente para lo que necesitamos si es muy específico) y podemos usarlos de manera as a service.
De esta manera podemos fomentar la innovación, consumiendo los servicios que las plataformas ofrecen y permitiendo lanzar nuevos servicios de una manera muy ágil, rápida, sin inversiones upfront y valorando, una vez que los nuevos productos son un éxito, si nos merece la pena consumirlos en modo Cloud o si es preferible moverlos a un entorno más tradicional.
En definitiva, el Cloud Computing es un acelerador nato de la Transformación Digital de las compañías, responde a las necesidades que tiene la sociedad de hoy en día y es una democratizador de la innovación, ya que elimina muchas de las barreras de entrada en muchos negocios, evitando las grandes inversiones upfront y poniendo muchos recursos a disposición de la creatividad de los usuarios en modo pago por uso.