Reforzar la vigilancia en las tiendas, aumentar las horas de contrato para equilibrar la carga de trabajo, aplicar el debido protocolo para la venta de productos textiles, condonar las horas negativas que la empresa ha provocado, pagar las horas complementarias programadas tras el acuerdo a 150% tal y como establecía dicho acuerdo, consolidación de la media en las horas complementarias de los 2 últimos años. Estas son las cuestiones que CCOO y UGT han puesto encima de la mesa de la dirección de Lidl. La empresa se ha negado a atender todas y cada una de ellas.
Tras unas primeras semanas donde el diálogo entre empresa y sindicatos ha sido la tónica general, Lidl ha decidido abandonar la negociación tanto de medidas para asegurar una desescalada segura para la plantilla, como de medidas que compensen el tremendo esfuerzo realizado por las personas que trabajan en Lidl y que han estado y están expuestas a gran estrés físico y psicológico.
Sin embargo, Lidl si que ha atendido a muchas de estas propuestas en un acuerdo que ha suscrito en el Pais Vasco con el sindicato ELA. Este acuerdo exclusivo supone que la empresa ha decidido dividir su plantilla en trabajadores de primera y trabajadores de segunda, rompiendo la homogeneidad lograda gracias al Convenio de empresa.
Por todo esto, los sindicatos UGT y CCOO han decidido convocar una huelga el próximo jueves 4 de junio.