Ribera del Duero alberga a ocho de cada diez enoturistas que llegan a Castilla y León, junto a Bierzo, Rueda y Cigales, además de Arlanza y Sierra de Salamanca, últimas en ser certificadas
El número de visitantes en las rutas del vino certificadas por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) creció un 29 por ciento en 2016, hasta alcanzar 418.928 personas. Se trata de los últimos datos vigentes de asistencia de turistas a las cuatro principales zonas que Acevin había autorizado hasta el pasado año: Ribera del Duero, Rueda, Bierzo y Cigales. A ellas se sumó en marzo de 2015 la Ruta de Arlanza, que no ha facilitado los datos, además de la Sierra de Salamanca, certificada hacer sólo dos meses. Las perspectivas para este ejercicio en turismo enológico auguran buenos resultados, ya que todas las rutas han presentado guarismos positivos en relación al año anterior gracias a la atracción del enoturismo, con casi 100.000 personas más en el último año.
En total, en Castilla y León son visitables, en el marco de este tipo de rutas, 114 bodegas -sin contar Sierra de Salamanca y Arlanza- y una decena de museos. Mayo, agosto y octubre son los mejores meses para visitar estas zonas enoturísticas, un sector que en España alcanzó, según Acevin, un volumen de negocio de 54,2 millones de euros, un 10,66 por ciento más respecto a la cifra recabada en 2015.
La Ruta de la Ribera del Duero es la que más visitantes atrae. Ha pasado de los 179.938 de 2013 a los 351.389 del pasado año, una cantidad que, además, supone un 30 por ciento más que en 2015. De hecho, con esas cifras, ocho de cada diez personas que en la Comunidad dedica hacer turismo relacionado con el vino eligen esta zona, que cubre viñedos y bodegas de Soria, Burgos, Valladolid y una pequeña parte del territorio segoviano. Es la tercera opción más elegida en España, sólo por detrás de Marco de Jerez y Penedés.
Desde la Ruta del Vino Ribera del Duero recuerdan que cuando un visitante acude a la zona busca vino, medio ambiente, patrimonio y ornitología, pero nunca se olvidan de que el principal motivo, después del vino, es la gastronomía y conocer los pueblos, pasear entre sus calles y visitar su patrimonio, ya sea la propia arquitectura popular, castillos o muestras de arte religioso si hay gran porcentaje de procedencia internacional. El 90 por ciento de los turistas es nacional, principalmente de la propia Castilla y León, pero también de Madrid, País Vasco y Cataluña.
La ruta del vino blanco, del verdejo, en Castilla y León, la protagoniza Rueda, donde acude un perfil de visitante nacional, para un par de días, que busca gastronomía y vino, pero también momentos puntuales. El pasado año, un total de 29.665 personas (un 10,3 por ciento más) atravesó sus campos y entró en las 23 bodegas adscritas a la ruta certificada en busca de sensaciones y aromas del vino.
En 2016, 24.422 personas acudieron a conocer alguna de las 19 bodegas y cuatro museos que abren sus puertas con motivos enoturísticos en el Bierzo, una cifra que supone un 5,2 por ciento más que en 2015. Fue la segunda ruta del vino certificada de Castilla y León hace ya siete años y recibe, principalmente, enólogos, sumilleres y amantes del vino. Básicamente organiza viajes de fin de semana, lo que demuestra la procedencia de los turistas: Galicia, Asturias, Castilla y León y Madrid. El turismo internacional en el Bierzo sólo representa el dos por ciento, y principalmente llega a través del Camino de Santiago.
Una quincena de 15 bodegas visitables de la Ruta del Vino Cigales se ha propuesto relanzar el turismo en la comarca. En 2015 estrenaron certificación, pero los primeros datos, los de 2016, han demostrado que la iniciativa merecía la pena, pues ha pasado de los casi 5.000 a 13.452 del pasado año, un 172 por ciento más. La cercanía a Valladolid y Palencia es positiva, pero el escaso alojamiento es una limitación.
Datos positivos en España
A nivel nacional, el informe muestra los datos recogidos durante 2016 en 24 de las 27 Rutas del Vino que forman parte actualmente de este club de producto. El resultado del estudio vuelve a constatar un incremento en el número de visitantes registrados por las bodegas y los museos de las rutas integradas en Rutas del Vino de España. La cifra total asciende a 2,71 millones de visitas, 471.469 más que en el año anterior, lo que representa un crecimiento del 21,02 por ciento y ratifica la buena salud del turismo del vino.
Por tercer año consecutivo, este informe recoge también parámetros relativos al precio de la visita estándar y al gasto medio por visitante tanto en las bodegas como en los museos y centros de interpretación del vino. Así, el resultado arrojado por los nuevos datos indica que el volumen de negocio producido asciende a 54,2 millones de euros, un 10,66 por ciento más respecto a la cifra recabada en 2015.
El precio medio de la visita estándar a bodegas (visita guiada + degustación) es de 7,79 euros y el gasto medio por visitante a bodega (en tienda, excluyendo el precio de entrada) es de 16,87 euros. En el caso de los museos del vino, el precio medio de la visita estándar es de 3,71 euros y el gasto medio por visitante a museos es de 3,76 euros. Comparando con los datos de 2015, el gasto medio ha caído ligeramente, pero se ha visto compensado por el aumento de visitantes.
ICAL