BIZNA estudio (Rocío García y Pedro Torres) recibió el galardón en la I Edición de los Premios de Arquitectura y Urbanismo del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha celebrada el pasado mes de junio en Ciudad Real
El Jurado de la I Edición de los Premios de Arquitectura y Urbanismo de Castilla-La Mancha, organizados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM) concedió el premio COACM Emergente, para arquitectos/as menores de 40 años (2021), en la categoría de Obra Nueva, a ‘Casa JA!’, un proyecto redactado por BIZNA estudio (Rocío García y Pedro Torres) y construido en la Urbanización Los Prados (Albacete).
Uno de sus autores, Pedro Torres, afirma que «nos alegra que se hayan recuperado los premios de arquitectura en la región, porque sirven para dar a conocer el trabajo de los arquitectos de Castilla-La Mancha». Como estudio, continúa Torres, «entendemos que el reconocimiento refuerza nuestra forma de trabajar, que es siempre de forma local para fomentar el entendimiento del contexto -cultural, constructivo, económico o energético- y así poder adaptarnos y actualizarlo».
Pedro y Rocío sintieron reafirmado su trabajo por las palabras con las que el jurado justificaba su fallo: ‘La sencillez de la propuesta refuerza la imagen tradicional de una vivienda. El jurado agradece, en una obra emergente, la contención del proyecto y su sensibilidad en el uso de los materiales’. «Nos alegran, sobre todo, porque reflejan actitudes frente al proyecto. La contención es algo que practicamos, principalmente porque buscamos no encarecer la casa. Por eso, intentamos ser creativos a la hora de encontrar soluciones, generando, con ellas, espacios agradables donde vivir. Lo que realmente nos gusta es proyectar viviendas en las que nosotros viviríamos, ya que nos parece la forma más sincera de trabajar», añade Torres.
Como todos los que tuvieron la oportunidad de escuchar, o incluso intercambiar unas palabras con el premiado de honor aquel día, el gran Rafael Moneo, los dos jóvenes arquitectos se muestran muy agradecidos por la oportunidad que el galardón les brindó de conocer al genio. «Nos impresionó el interés que mostró por conocer las obras premiadas y nos encantó tener la posibilidad de conversar con él sobre nuestro proyecto, porque además, se lo había estudiado y lo recordaba perfectamente», afirma Rocío García.
Además de su propio premio, Torres también aportó algo a cada uno de los distinguidos, puesto que el diseño del trofeo es también obra suya.
La Casa JA!
La Casa cuenta con una superficie de 203 m2 construidos, y un ajustado presupuesto de 625 €/m2 edificado.
La casa JA! es una secuencia de situaciones. Una sucesión de espacios y de rincones que comparten el objetivo de generar espacios donde disfrutar y compartir.
En BIZNA estudio explican que «el nombre surge de un juego con las iniciales de los propietarios, pero, a la vez, refleja la intención de hacer, desde el inicio del proyecto, una vivienda compacta, refrescante y disfrutona».
Desde que se accede a la parcela se percibe la secuencia de jardín-casa-jardín. Mientras crecen los árboles de hoja caduca del jardín delantero, el porche hace la función de protección, una sombra para el verano que absorbe el golpe de calor y lo evacúa para que no llegue al interior. En invierno, las hojas caerán y permitirán disfrutar de una comida al sol y que la radiación caldee la casa.
Lo principal, lo central: es el salón. Por él, pasa todo. Esta pieza es pasante, comunica el jardín delantero (de acceso y de invierno) con el jardín trasero (de estancia y de verano).
El salón es una pieza alta y a un agua para que el aire caliente ascienda y pueda ser evacuado por un sistema sencillo (sonda + ventilador) creando confort para el verano. Desde él se controla todo, está flanqueado por dos muros equipados, el de ladrillo aloja el paso a los dormitorios, los armarios y el inodoro. Al otro lado, el muro es de comunicaciones, conecta con el garaje, con la cocina y con el porche de la barbacoa mediante una ventana-barra. Al fondo, prácticamente la mitad de la parcela se convierte en un pradera con piscina, protegida de la calle. Esta cara noreste más fría y húmeda introduce la humedad necesaria para generar una sensación de frescor en las noches de verano. De hecho, la banda de dormitorios, se articula mediante un pasillo que va de fachada a fachada, oponiendo dos puertas que permiten que el aire discurra barriendo los pies de las camas. Las mosquiteras se encargan de asegurar la noche mientras que las contraventanas de lamas garantizan su funcionamiento en la siesta. El pasillo atraviesa un baño atomizado que maximiza el uso sin multiplicar las piezas. La banda oeste se destina al garaje -que forma parte de la volumetría general-, del aseo exterior y del porche trasero, el de verano.
El uso de los materiales cerámicos articula y enfatiza los espacios, en la zona de los dormitorios es un zócalo que cuando vira hacia los porches coge toda la altura, incluso se introduce al interior. El ladrillo, semi-manual, visto, con llaga ancha, tiene la cualidad de absorber cierto grado de humedad, lo que permite prolongar la situación de confort. Este efecto, permite un desayuno agradable en la entrada y hasta una merienda fresca en el porche trasero. En el interior, los techos con la bovedilla cerámica vista, también refuerzan este efecto. El pavimento, cerámico, se extiende como una alfombra hacia el acceso, convirtiéndolo en una extensión del mismo ancho del salón al porche y al camino de entrada. La cubierta de teja mixta se microventila para evacuar el calor y evitar que llegue al interior. Y toda ella está rematada por ladrillo, desde el alero escalonado, hasta los remates laterales y los aliviaderos de crecida del canalón.
Y es que el ladrillo se convierte en un recurso expresivo que junto con las contraventanas de color añil, la volumetría y los grandes paños blancos reconectan la vivienda con la vivienda tradicional manchega. Las ventilaciones, la imagen más reconocible de la casa -pues es casi lo único que asoma a la calle- recupera el tradicional «suspirón». El ladrillo también se convierte en rejillas para la cámara sanitaria, en alfeizares y en umbrales mediante sardineles. Y el color añil, tan característico de los zócalos manchegos, se lleva a las contraventanas. De esta forma, la paleta tradicional se matiza pero no se amplía.
El resultado es una vivienda donde pasar buenos ratos y juntar a toda la familia, donde los niños juegan al bádminton en el salón, que también pueden cruzar en bicicleta en un circuito indoor-outdoor, o incluso montar una gran cama elástica en el garaje. Un lugar donde disfrutar y compartir.
BIZNA estudio, en la descripción que hace del proyecto, que se incluye en esta información, resume, con una frase de Miguel Fisac recogida en el libro, ‘Arquitectura popular manchega’ su forma de entender la arquitectura -y la vida-, que se hace evidente para cualquiera que vea la Casa JA!. La cita, dice así: «No la toques ya más, que así es la rosa». La arquitectura popular manchega es como es. Quererla «mejorar» añadiéndole aleros, impostas, jambas, balcones, rodapiés…, es vestirla de máscara , ridiculizarla, descomponerla».
Fuente Comunicae