El slogan «Una AI beneficiosa. Creando juntos confianza en la tecnología» resume el enfoque de la compañía de tecnología y servicios. Éste se centra en una inteligencia artificial segura y robusta para la fabricación de productos inteligentes como los que Bosch presenta este año en el CES.
En este sentido, Michael Bolle, miembro del Consejo de Administración de Bosch, afirma que las soluciones que presenta la compañía en el CES dejan claro que Bosch también aspira a convertirse en un líder en innovación en inteligencia artificial. «A partir de 2025, todos los productos de Bosch contendrán inteligencia artificial o se habrán desarrollado o fabricado con la ayuda de la misma».
Se espera que el volumen del mercado mundial para aplicaciones de AI sea de alrededor de 120.000 millones de dólares durante ese mismo período, doce veces más en comparación con 2018*. Así, Bosch quiere aprovechar ese potencial, ya que actualmente invierte 3.700 millones de euros anuales en desarrollo de software, emplea actualmente a más de 30.000 ingenieros de software y tiene a 1.000 empleados trabajando en inteligencia artificial, cifra que pretende cuadruplicar hasta 2021. Además, Bosch ha establecido un programa integral de formación. «Planeamos convertir a casi 20.000 trabajadores en expertos en inteligencia artificial en los próximos dos años», explica Bolle. «Debemos invertir no solo en inteligencia artificial, sino también en inteligencia humana». El programa incluye formatos de formación en tres niveles diferentes para directores, ingenieros y desarrolladores de AI e incluye pautas para usar la inteligencia artificial de manera responsable.
Con ese fin, Bosch ha elaborado su propio conjunto de principios que abordan cuestiones de seguridad y ética de la inteligencia artificial. En combinación con su experiencia, la compañía tiene la intención de generar confianza con clientes y partners por igual: «Cualquiera que haya internalizado los principios técnicos y éticos, sabe lo importante que es la seguridad y la soberanía de los datos», dice Bolle. «En cierto modo, la confianza es la calidad del producto en el mundo digital».
En el futuro, Bosch cree que un área clave de experiencia de la inteligencia artificial será la aplicación industrial. «Queremos aprovechar el poder de la inteligencia artificial no con la finalidad de crear modelos de comportamiento humano, sino para mejorar la tecnología en beneficio de las personas», dice Bolle. «Por esta razón, la AI industrial debe ser segura, robusta y explicable». Según Bosch, esto significa que las personas siempre deben tener el control, ya sea en la calle, en el hogar o en la fabricación.
Asimismo, hoy en día Bosch invierte en centros de competencia situados por todo el mundo. Por ejemplo, la compañía está invirtiendo 100 millones de euros en la construcción de un nuevo campus de AI en Tübingen, Alemania. El traslado al nuevo complejo de investigación está previsto para finales de 2022. Allí ofrecerá, a unos 700 expertos en AI, un espacio para el intercambio creativo y productivo. Estos expertos provienen de Bosch, de ‘startups’ externas y de institutos de investigación públicos.
El nuevo campus debería fortalecer el intercambio entre expertos en ‘Cyber Valley’. «Crear confianza juntos» será allí una realidad viva. Bosch es miembro fundador de ‘Cyber Valley’, que se creó en 2016. Esta empresa conjunta de investigación reúne a socios de la industria, el mundo académico y el gobierno para impulsar la investigación en AI y transferir rápidamente los hallazgos de la investigación a aplicaciones industriales del mundo real.
El Centro Bosch para la Inteligencia Artificial (BCAI) opera en siete localizaciones de todo el mundo, incluidas dos en los EE.UU.: en Sunnyvale, California, y Pittsburgh, Pensilvania. El BCAI cuenta actualmente con un total de unos 250 especialistas en AI que trabajan en más de 150 proyectos en los ámbitos de movilidad, fabricación, hogar inteligente y agricultura.