Dicen que familia y negocios no son una buena mezcla, pero los hermanos Luján Lago demuestran que, como en la mayoría de las ocasiones, siempre hay excepciones. Borja y Juan Carlos además de ser hermanos son socios y se encuentran al fren de LL&HH abogados un despacho multidisciplinar ubicado en Galapagar que nacía en 2015 con un claro objetivo: obtener la confianza del sus clientes mediante el estudio, el trabajo y la dedicación. Y se puede decir que lo están consiguiendo ya que en el pasado año han atendido a más de 300 personas. A pesar de que sus puntos fuertes son el derecho penal, el derecho público y la extranjería, se acoplan a cualquier tipo de proceso, dando así un servicio integral que se extiende por toda la península. Borja Luján recuerda para Revista Negocios cómo fue la aventura de poner en marcha su propio despacho y cual es la filosofía que les impulsa a seguir creciendo cada día.
Dos hermanos que en 2015 deciden poner en marcha un despacho de abogados ¿Fueron complicados los primeros pasos?
Os voy a poner en antecedentes. Me licencié en la UCM en febrero de 2011, y en abril ya tenía mi primer juicio. A partir de aquí, inicié mi carrera, durante 4 años ejercí como Letrado de diferentes Administraciones hasta que decidí asentarme por mi cuenta. En este periodo Juan Carlos estaba terminando la carrera y fue justo en febrero de 2015, con nuestro gran amigo Alberto Hurtado Hidalgo, cuando decidimos emprender esta aventura. LL&HH Abogados.
Por cuestiones laborales, poco pude contribuir a los inicios. La llamada de la vida política me tocó a la puerta y, a mi pueblo, a mis vecinos, a mis amigos y a todas aquellas personas que confiaban en mí no podía decirles que no.
Los inicios de LL&HH fueron complicados, los clientes que yo tenía antes de la constitución del despacho no daban ni para un sueldo, incluso se cobraba cada dos meses. Sin embargo, esto nos les hizo desfallecer ni tirar la toalla. Juan Carlos y Alberto se sobrepusieron.
Mención especial para Juan Carlos, porqué también consiguió superar la salida de Alberto, quien por motivos laborales y personales salió del despacho.
Ahora sí, una vez finalizado mi paso en la vida pública, volví a retomar la profesión, es cierto que nunca la dejé como tal, puesto que siempre estuve pendiente de todas las novedades jurídicas y muy pendiente con mi formación.
Todo ello, nos ha hecho llegar al punto en el que estamos hoy. Dos hermanos capitaneando un despacho que en 2022 ha tenido alrededor de 300 clientes.
¿Muchos dicen que mezclar familia y negocios no es buena idea ¿Con LL&HH Abogados podemos certificar que no es así?
Para nosotros, todo lo contrario. No hay más orgullo que poder trabajar con quién más quieres. Eso no quita que, como buenos hermanos, tenemos puntos de vista diferentes y formas de ser, en algunos casos, diametralmente opuestas. Aunque, quizás, pensándolo fríamente, esto puede ser una de las bases de nuestro éxito. A definitivas: la familia y el negocio no está reñido. Lo que está reñido con cualquier negocio es la falta de honestidad entre socios, ya sea tu hermano o cualquier otra persona. Para nosotros la honestidad y la sinceridad es fundamental. Si tuviera que dar un consejo a unos nuevos socios sería: establecer unas normas de trabajo y funcionamiento desde el mismo momento que entra un euro por la puerta. Esto es fundamental para el devenir del negocio y de vuestra relación societaria.
¿Cuál es la filosofía de vuestro despacho?
Nuestra filosofía es sencilla. La basamos en tres pilares fundamentales.
- La honestidad. Todo cliente tiene que saber cuales son las circunstancias de su caso y en virtud de las mismas tomar las decisiones.
- La confianza. Para nosotros es fundamental que el cliente confíe en que vamos a defender con uñas y dientes sus derechos y encargos.
- La excelencia. Buscamos siempre estar continuamente formándonos y al tanto de todo aquello que necesitamos para el desarrollo de nuestro trabajo.
Una de las particularidades de vuestro despacho son las instalaciones ¿Qué tienen de especial?
El haber decidido ponerlo a pie de calle es uno de nuestros mayores aciertos. Los clientes tienen miedo a encontrarse con la típica puerta majestuosa de madera donde detrás se encuentra un gran abogado/despacho. Quizás, hemos sabido aprovechar ese miedo del cliente y convertirlo en una virtud. Ahora bien, eso también nos ha hecho tener un Máster en saber tratar a las personas.
¿Cuáles son los puntos fuertes de LL&HH Abogados?
El derecho penal, el derecho público, extranjería y algunos aspectos del derecho civil, podría destacarlos como nuestros puntos fuertes. Al fin y al cabo, nos definimos como procesalistas.
Aunque hay otros puntos fuertes que creo que incluso son más representativos de nuestra relación con el cliente: la perseverancia, la honestidad en nuestro trabajo y la cercanía. Todo lo cual, hace que nuestros clientes CONFÍEN en nosotros.
El que alguien deposite la confianza en ti non tiene precio y denota el grado de responsabilidad que acoges de tu representado.
Al ser dos hermanos ¿Cada uno estáis especializado en unas áreas o trabajáis los casos que recibís indistintamente?
Los dos partimos del derecho penal. Juan Carlos está en el TO (Turno de Oficio) de Penal y yo, además, en el de la Audiencia Nacional y Recurso de Amparo. Y digo esto porqué para nosotros el ser abogados del TO es un valor añadido a nuestro CV y bagaje profesional y personal.
En todo caso, Juan Carlos domina, igualmente, la extranjería y el derecho de sucesiones, además de algunas pinceladas de Derecho público.
En mi caso, me centro en mayor medida en el derecho penal, el derecho público y contenciosos-administrativos y el desarrollo de negocios.
Pero como decíamos al principio, somos abogados procesalistas y nos vemos capacitados para, con estudio y esfuerzo, defender los derechos de nuestros clientes y pedir asesoramiento a colaboradores siempre que lo necesitemos.
Otro de vuestros servicios está destinado a impulsar el desarrollo de empresas ¿En qué consiste exactamente y quienes pueden hacer uso de él?
Este es uno de los aspectos que más me gustan de mi rol en el despacho. Me considero una persona que sabe encontrar posibilidades de negocio y explotarlas. Nosotros intentamos dar a nuestros clientes un servicio completo. Desde el punto de vista fiscal y societario, hasta la representación y negociación en acuerdos.
¿Qué opinas del uso de las redes sociales para conseguir clientes y darse a conocer?
Como todo en la vida hay que adaptarse a las nuevas realidades sociales. Nuestros principales clientes son gente de mediana edad que no hacen gran uso de la tecnología, pero, sin embargo, no nos resignamos a llegar solo a ellos y creemos en la necesidad del uso de las nuevas tecnologías para acercarnos a los más jóvenes. En todo caso, no podemos olvidar que el uso de las RRSS es una plataforma de comunicación que te permite de forma muy económica poder dar a conocer tu trabajo. Y todo hay que saber sacarle partido.
Eres también uno de los creadores de Ahora Abogacía ¿Con qué objetivos nació esta asociación?
Ahora Abogacía es la asociación de defensa de la dignidad de los abogados. Su nacimiento fue prometedor y su crecimiento apoteósico, tanto es así que desembocó en una candidatura al Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid. Sin embargo, ahora es el momento de refundarla y tomar como base las iniciativas de defensa de nuestra maravillosa profesión de abogado. Es cierto, que nuestro candidato era D. Juan Gonzalo Ospina, pero la victoria de D. Eugenio Ribón, ha propiciado un nuevo paradigma. Creo que sería conveniente poder reunirnos con nuestro Decano y poder trasladarle nuestras ideas, con una única finalidad de conseguir una mejor abogacía y un mejor ICAM.
Estás además involucrado en el desarrollo de la normativa de infraestructuras hidráulicas junto con el Ministerio de Medio Ambiente ¿Hay todavía mucho vacío legal en este ámbito?
Este proyecto es uno de los que más ilusión me generan. Con nuestros socios Rerum Legis y NTTdata, estamos en un proyecto para el Ministerio de Transición Ecológica que tiene como objetivo el estudio técnico y jurídico de la reversión de las infraestructuras hidroeléctricas al Estado. Es decir, nos encontramos con más de 300 infraestructuras que van a revertir en los próximos años y tenemos que ver las soluciones para que el periodo de transición sea lo más eficiente posible. De verdad, es un reto precioso. No olvidemos que nos encontramos en uno de los países del mundo que mejor desarrollo jurídico tienen en materia de aguas y esto hace que el listón sea muy alto.
¿Cuál es, desde tu punto de vista, el panorama actual de la abogacía española?
La abogacía española está en horas bajas. Recuperar el liderazgo del abogado en nuestra profesión, establecer e impulsar una justicia adaptada a las necesidades del siglo XXI, garantizar el derecho de defensa de todo detenido y de toda persona enjuiciada, entre muchas cuestiones, son iniciativas que se están trabajando en Ahora Abogacía y que se deben trabajar por los Colegios profesionales y el Consejo General de la Abogacía Española. Además, los abogados debemos recuperar esa posición en la sociedad que sin duda hemos perdido y poder tener los mismos derechos que cualquier otro trabajador.
Por último, quiero mencionar el turno de oficio. Bajo mi punto de vista, el abogado que ejerce en esta jurisdicción no está ni protegido ni reconocido. Ejercitar este servicio público es algo vocacional y debemos, entre todos, garantizar los derechos de nuestros clientes como también los derechos de los abogados que ejercemos esta instancia.
¿Qué consejo le darías a quienes estén pensando en hacer del Derecho su trabajo?
¡Qué no se va a arrepentir! Para mi, el ejercicio de la abogacía o de cualquier profesión relacionada con el mundo jurídico me genera felicidad. Es cierto que no todo es de color de rosas y que hay momentos complicados y duros, pero, son esos momentos, en los que caes, que te hacen más fuertes y los que te enseñan a darle más valor, si cabe, a esa felicidad de la que hablaba al principio. Además, cómo no, para los que tenemos vocación de servicio público, el ejercicio del derecho nos permite ayudar a los demás de una forma directa a través de nuestros clientes. Ahora bien, desde el punto de vista la profesión, creo que estamos en un momento muy interesante para dar el paso e apostar por la constitución de un despacho. Las nuevas áreas jurídicas cómo Legaltech, IT cumplimiento, Blockchain, Metaverso, unidas a las clásica, hacen que tengamos un sin fin de posibilidades que generan que cada vez sea más bonita nuestra profesión.
No puedo concluir sin agradeceros la entrevista y el tiempo destinado a dar voz a una de las profesiones más bonitas del mundo.