Tiene 23 años y a pesar de haber estudiado carrocería hace cuatro años que decidió cumplir su sueño y dedicarse profesionalmente al mundo de la fotografía. El camino no ha sido fácil, pero Alberto González, al que se conoce como Lagartito porque así le llamaban en su pueblo, tiene muy claro que para triunfar hay que luchar y eso hace cada día. Amante de la naturaleza, el deporte y los viajes, este fotógrafo segoviano afincado en Madrid, que comenzó editando fotos con Instagram, es ahora un reconocido profesional en el ámbito fotográfico: retratos, paisajes, robados, anuales, eventos… todo tiene cabida en el porfolio de Lagartito quien asegura que seguirá luchando hasta conseguir vivir de la fotografía a nivel mundial.
– ¿Qué te llevó a ser fotógrafo? ¿En qué momento te diste cuenta de que esta era tu vocación?
Cuando estaba estudiando la ESO. Recuerdo que me rompí un brazo haciendo skate y empecé a hacer fotos a mis amigos con una cámara que bueno, cómo sería aquella cámara que decidí comprar un Samnsung Galaxy Age a un amigo del grupo que lo vendía para empezar a hacer fotos. Después seguí practicando con un Iphone que me dejó un amigo. Fue hace como tres años que dije “esto tiene que ser lo mío” y empecé a montar mi empresa en medio de las prácticas de informática (que estaba estudiando en ese momento). La verdad es que mis ganas y la ilusión de ver que a la gente le gustaba lo que estaba haciendo me llevaron a luchar por este sueño.
– ¿Cómo ha sido el camino hasta convertirte en el profesional que eres hoy en día?
El camino ha sido muy duro. Aún siendo un hobby yo le dedicaba mínimo tres horas al día. Acaba de estudiar y me ponía a editar las fotos que hacía. Al principio lo hacía con los propios filtros de Instagram, que ya ves tú. Luego cuando cambié de móvil, me pasaba las fotos al Ipad y allí las editaba. Me pasaba horas editando y eso que no eran fotos del otro mundo. En mi Instagram de Lagartito se puede ver la evolución de esas fotos: subía cada día una foto y me volvía loco pensando y pensando en cuál iba a publicar al día siguiente. Era darle constantemente a la imaginación.
– ¿Qué te decía la gente? ¿Te animaban?
La gente decía de esto no vas a poder vivir, no tiene salida. Pero no es así. Todo producto que compras tiene foto. Vas a cualquier tienda, por ejemplo, y todo tiene una foto para poder venderse, Instagram, la moda, discotecas, eventos… En este mundo hay trabajo para aburrir, pero hay que ser bueno y ganarse el puesto. No vale decir “tengo una cámara y ya soy profesional”. La verdad es que ha costado mucho subir puestos sin pisar a nadie, adelantando por la derecha. Y es que esto es como una carrera contrarreloj: es como si eres Fernando Alonso y te adelanta Schumacher. Tienes que volver a adelantar a Schumacher para ponerte primero. En la fotografía es igual, si te gusta y quieres vivir de ello hay que pensar que no vas a trabajar sólo 8 horas diarias. Y quien te diga que es fácil miente porque como todo en esta vida o lo luchas o no te lo va a regalar nadie.
– ¿Recuerdas las fotografías por las que cobraste la primera vez?
Sí que me acuerdo. Y recuerdo que cobré muy poco pensando que no sabía si iba a vivir de ello. Creo que cobré 25 euros. Vamos, cobrar por cobrar porque con eso no mantienes ni el material. Ahora mismo, por un trabajo igual, dependiendo de la localidad, puedo cobrar entre 150-300 euros. Ahora mi vida es por y para la foto. Soy una máquina de hacer fotos desde que me levanto, hasta que me acuesto, pero me encanta. Es otro rollo.
– ¿Qué trabajo recuerdas como el más especial?
Uff… muchos. Pero podría decir que los más especiales han sido los viajes fuera de España: Miami con mi amigo Mario Hervás y México con McFly. Y tengo muchas ganas de volver con ellos. Ser fotógrafo es generar química: no te sientes igual con te mejor amigo que con alguien que acabas de conocer, pues en fotografía es igual. Hay tantos momentos y cada sesión es tan única y especial que es muy difícil elegir porque cada uno te llena a su manera.
– Para ser un buen fotógrafo es necesario estar en constante formación?
Sin duda. Cada día salen fotos nuevas y distintas. Como editaba hace tres años ahora no vale. La industria de la fotografía esta evolucionando constantemente. Si no estudias, no avanzas. De aquí a nada se te rompe una cámara y te compras otra mejor y ya tienes otros parámetros. Hasta hacer una copa de ron con cola avanza, todo hay que estudiarlo porque todo influye. Por eso es fundamental estar en constante formación
– ¿Crees que el trabajo de fotógrafo está bien valorado o estás harto de escuchar eso de «hoy en día una foto la hace cualquiera”?
Esto es muy fácil de responder. Tu imagínate que te dicen que este trabajo lo pudiera hacer cualquiera, pero ahora te dice quiero una foto de la playa sin sombras. ¿A qué ya no suena tan fácil? Para hacer una buena foto es necesario controlar parámetros, ISO, encuadres, enfoque… Son mil cosas para hacer una foto y luego para editarla ni te cuento. Si que he oído alguna vez eso de le das a un botón y ya está, pero si es así ¿por qué pagas? No es tan fácil como se piensa. Unas cámaras tan potentes no las sabe manejar cualquiera, es imposible. Pocas personas que no tengan idea de fotografía pueden hacer una foto buena así porque si, es imposible. Esto es como un médico, si cualquiera supiera abrir te operaria cualquiera. Hay gente que lo valora y gente que no. Es como cuando te cobran 12 euros por una copa, pagas la calidad del sitio. Tu cuando vas a un fotógrafo hay fotógrafos que te cobran un precio y otros otro precio, cada uno tiene su caché y así es el valor de sus fotos.
– ¿Quiénes son tus referentes?
En mis comienzos me fijaba muchísimo en Marcos Alberca ya hora tengo la suerte de decir que es amigo mío. Tiene un millón de seguidores en Instagram y dos y medio casi en Youtube. Él ahora vive de las redes, sigue haciendo fotos, ha triunfado. Me representaba mucho en su día. Miraba mucho su estilo. También Juan Jiménez. He de decir que me he guiado por ellos, pero he seguido mi ruta y mi aprendizaje. Sigues la misma carretera, pero luego vas a la derecha o la izquierda.
– ¿Qué le dirías a aquellos que piensa que Photoshop todo lo arregla?
Photoshop arregla todo, lo que pasa que hay que saber usarlo al 200 por cien. Hay gente que hace maravillas con Photoshop. Difuminar, recortar recrear fantasía… hay cosas que son muy, muy difíciles y no puede hacerlo cualquiera. Yo por ejemplo no sé porque un fotógrafo no se dedica a editar. Está ligado a la edición, pero no tanto. Un buen fotógrafo lo que crea lo mete en la foto. En las mías no hay Photoshop. Si quiero meter por ejemplo una salpicadura de agua la meto natural que es el doble de complicado. Cada método tiene su mérito: Photoshop por la imaginación y la edición y el resto por evitarlo para crearlo y capturarlo. Esto último es más complicado porque hay que estar en el momento exacto, es un microsegundo.
– ¿Qué sueñas con fotografiar?
Habiendo llegado donde estoy sueño con fotografiar a gente muy famosa. No me importaría Messi, Cristiano Ronaldo, Esther Expósito…. Aunque todo es fácil dentro de lo fácil y al igual que todo es difícil dentro de lo difícil. Me gustaría llegar a gente como Donald Trump, pero que te contraten, que se fijen @en ti, no llegar y hacer la foto, sino que te elijan ellos. Todo en esta vida llega si luchas y te esfuerzas así que ¿quién dice que un día no llegue? Ahora mismo no tengo límites a mi trabajo ni a mi inspiración y ojala algún día llegue más alto todavía.
– Si hacemos balance de este 2020 ¿Cómo ha afectado la pandemia al sector de la fotografía? ¿Y a ti en particular?
Ha afectado mucho porque hay mucho dinero negro. Hay muchos fotógrafos que no cotizan a Hacienda y están haciendo mucho daño a los que, si cotizamos porque ellos cobran por ejemplo 120 euros, pero no meten IVA con en mi caso. No es justo que unos sean autónomos y otro no porque lo que hacen es desvalorizar su trabajo. Con la pandemia muchos han desaparecido porque no han podido pedir ayudas algo que les esta bien empleado por no cotizar. A mí en particular me afectó mucho el primer mes porque invertí en otra empresa y me vi mal pero luego con los ERTES salvé un poco y decidí alquilar coches y pude mantener la empresa todo el verano viajando por España. Pero la pandemia me ha chafado muchos planes: el 14 de marzo estaba en Alicante y el 15 me iba a Miami a trabajar allí con McFly y la cuarenta me privó de ello, me arrebató un sueño.
– ¿Qué proyectos hay para 2021 en la agenda de Alberto González?
Pues quizá crear otra empresa. Esta vez de vídeo en plan profesional. Viajar mucho más y espero que poder salir de España. Mi idea es vivir de la fotografía a nivel mundial y para ello estoy invirtiendo mucho dinero en mi material. Tengo que seguir creciendo y hacerme más fuerte y seguro que poco a poco iré viendo resultados.