El jovencísimo Eduardo Guerrero tras su paso por El Bohío nos sorprende con una excepcional propuesta gastronómica en la Milla de Oro Madrileña
Ana S. Diéguez
A pesar de su juventud, Eduardo Guerrero arranca una nueva apertura en la capital con la inestimable ayuda de Julio, su padre. Un tándem incombustible que está arrasando en la capital. Su nombre Adaly, un antiguo termino hebreo que significa Dios es grande, aterriza en la capital, pisando fuente con una rotunda propuesta gastronómica que ya esta causando sensación.
En Adaly, nos aguarda un encantador local a la altura del numero ciento veintidós de la madrileña calle de Claudio Coello, donde nos espera una seductora colección de deliciosos bocados que jamás defraudan. Un ambiente sumamente acogedor, que cuenta con un formidable equipo, que hacen que cada visita a Adaly resulte absolutamente inolvidable. Una propuesta sublime que denota la experiencia adquirida en la cocina de El Bohío de Illescas.
En nuestra primera incursión en Adaly, comenzamos saboreando un original aperitivo de chawanmushi. Un plato a base de natilla de huevo típico de la cocina japonesa, que aderezan con un toque de chorizo y pimentón, logrando conquistar nuestro paladar de inmediato. Continuamos con los snacks, tres pequeños bocados repletos de sabor que tomaron forma en un riquísimo panipuri de boletus, un sabroso buñuelo de queso manchego con mermelada de cebolla y un sublime bocado de oreja crujiente, que compartieron protagonismo con un llamativo pan chino de mejillones que nos traslada a Galicia con cada bocado.
De los entrantes, nos decantamos por el canelón de cocido, uno de los platos estrella de Adaly que viene acompañado de su correspondiente caldito. Un acertado guiño a la cocina tradicional, que nos dejó sin palabras de lo riquísimo que estaba. También probamos la alcachofa confitada con tartar de jamón ibérico que nos resultó delicada a la par que sabrosa. Un verdadero acierto que desembocó en una fantástica pluma ibérica con mazorcas baby y espuma de maíz que es una delcia en toda regla. Rematamos los platos principales con el impresionante cordero a la mantequilla negra y boniato glaseado, que culminó con la llegada del dulce momento del postre, donde Julio nos sorprendió con la tarta líquida de Santiago con helado de yogur y miel. Una maravillosa receta que invita a rebañar a conciencia porque está de muerte.
Adaly son momentos, sabor y saber hacer. Un magnífico paraíso gastronómico en el corazón de la Milla de Oro madrileña donde cada visita es… ¡Un verdadero espectáculo!
ADALY
Dirección: Calle de Claudio Coello, 122,
Web: https://adaly.es/
Ticket Medio: 55€
Menú degustación: 70€