La llegada de los TPV a los establecimiento supuso toda una revolución en la forma de pago que podían elegir los clientes.
Este sistema, que aterrizó en España a principios de 1971, ha ido evolucionando con el tiempo hasta llegar a un momento, el actual, en el que la digitalización y la sostenibilidad están siendo los verdaderos artífices de sus cambios.
¿Qué se espera de ellos a corto plazo?
En primer lugar, que acaben integrando la inteligencia artificial para ofrecer recomendaciones personalizadas en las formas de pago basadas en las compras realizadas por esos mismos clientes.
La capacidad que tendrían también de ofrecer un servicio de inventarios en los comercios para monitorizar las ventas sería clave para la gestión de stocks.
Se espera también que se siga apostando por la mayor conectividad y ominicanalidad, permitiendo códigos QR, monederos digitales y permitiendo pagos desde ellos, así como desde distintas aplicaciones. Eso implicaría, también, que formen parte de los CRM y ERP de las empresas.
Tras la pandemia, una de las opciones que quedó clara para los usuarios fue la necesidad de evitar el contacto. El uso de los NFC y los sistemas biométricos en los móviles ha permitido, precisamente, eso, que tan solo acercando los dispositivos se pueda pagar sin peligro. El siguiente paso será integrar en el pago las monedas digitales y criptomonedas como opción alternativa.
Evolución también del papel
El contar con stock de rollos TPV es vital para poder operar en los establecimientos. Aunque la digitalización está reduciendo el uso del papel, en estos contextos sigue siendo excesivamente relevante.
“Los cambios están llegando de la mano del papel reciclado o producido con procesos más ecológicos, desarrollando papeles reutilizables de bajo impacto como el papel de piedra” indican desde Inter Mark.
El hecho de que estos TPV sirvan también como ticket de compra y garantía permite eliminar ese doble ticket que tradicionalmente se ofrecía, aunque siempre podría además avanzarse en el envío vía mail de los tickets, pese a que el comprobante de pago sigue siendo clave para el cliente.
La llegada del papel térmico ha dirigido el desarrollo hacia materiales sin bisfenol A y otros productos químicos, lo que ha supuesto todo un avance en materiales y, actualmente, se está trabajando en la alta durabilidad de la impresión para poder ir sustituyendo, como se avanzaba, el doble ticket.