El estudio ‘El futuro de la carne cultivada en Europa’ elaborado por Systemiq en colaboración con The Good Food Institute (GFI), analiza el potencial económico, medioambiental y sanitario del desarrollo de la carne cultivada en España y en Europa
Un estudio reciente intitulado ‘El futuro de la carne cultivada en Europa’ de Systemiq, en colaboración con The Good Food Institute (GFI), una organización internacional que impulsa el desarrollo de proteínas alternativas, analiza el potencial de España para desarrollar un sector de carne cultivada altamente competitivo.
En un escenario ambicioso, con apoyo e inversión significativos, el sector de la carne cultivada en España podría alcanzar un valor total de hasta 9.000 millones de euros, contribuir con hasta 10.000 millones de euros a la economía nacional y generar 18.000 empleos altamente cualificados para 2050. Sin embargo, el análisis subraya que el éxito del sector dependerá de varios factores clave, como los avances tecnológicos, el respaldo gubernamental y una inversión sólida en innovación.
Posicionamiento estratégico de España
Como se ha mencionado anteriormente, España es uno de los países mejor posicionados para desarrollarse en el sector altamente competitivo de la carne cultivada. Esto se debe a su sólida y creciente industria farmacéutica, que podría facilitar la producción de insumos especializados y maquinaria para la cadena de valor. Además, al ser el séptimo mayor exportador de productos agroalimentarios a nivel mundial, el país cuenta con la infraestructura necesaria para escalar la producción y exportación de carne cultivada.
El mercado interno podría alcanzar un valor de entre 1.400 y 6.200 millones de euros para 2050, cubriendo hasta el 80 % de la demanda nacional de productos finales. En cuanto a las exportaciones, España podría generar entre 600 y 2.700 millones de euros en ingresos anuales para 2050, satisfaciendo una pequeña parte de la demanda europea y global de productos de carne cultivada y sus componentes.
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de agua
Las conclusiones del informe también destacan que la carne cultivada podría tener un impacto medioambiental positivo, además de los beneficios económicos potenciales. Su producción, estima el informe, podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 22 y 36 millones de toneladas, y favorecer el ahorro de entre 9 y 14 millones de hectáreas de tierra agrícola, así como la disminución del consumo de agua en hasta 2,25 millones de metros cúbicos. Estos aspectos podrían ser cruciales para aliviar algunos de los mayores desafíos ambientales de España, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la escasez de agua, con impactos significativos en el sector agrícola.
Recomendaciones para capitalizar el potencial del sector
Para que España pueda aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la carne cultivada, el informe de Systemiq y GFI recomienda que el gobierno transmita directrices políticas claras que demuestren su apoyo al sector. Además, invertir en innovación biotecnológica y en agricultura cultivada se presenta como un aspecto clave para atraer a empresas internacionales y fomentar el crecimiento de esta industria emergente en el país. Asimismo, se sugiere explorar formas de desarrollar capacidades locales en propiedad intelectual, un factor que podría ser decisivo para que España se convierta en un centro neurálgico de la producción de carne cultivada.
El informe también destaca que la carne cultivada podría ofrecer soluciones a los problemas de salud pública relacionados con el consumo excesivo de carne roja, algo que ya se está explorando en España a través de proyectos de investigación dedicados.
Una reciente encuesta de YouGov reveló que el 58 % de los españoles apoya la llegada al mercado de la carne cultivada, siempre y cuando sea aprobada por los reguladores de seguridad alimentaria. Además, el 60 % considera que también debería producirse en España para beneficiar a la economía nacional.
El contexto global y la inversión necesaria
A nivel global, se espera que el mercado de la carne cultivada alcance un valor de 510.000 millones de euros para 2050, siendo la región de Asia-Pacífico la principal impulsora de este crecimiento. Sin embargo, el desarrollo de esta industria a nivel global dependerá de un flujo constante de inversiones tanto públicas como privadas. En este sentido, el informe sugiere que se necesitarán, entre 2024 y 2050, una financiación de alrededor de 55.000 millones de euros anuales para apoyar el crecimiento del sector. De esta cantidad, se estima que 5.000 millones deberían provenir de la Unión Europea, con una inversión pública de aproximadamente 500 millones de euros.
Christine Delivanis, Partner de Systemiq, comenta que: «El sector de la carne cultivada en España ofrece un gran potencial económico y ambiental, ya que las robustas y crecientes industrias biotecnológica y agroalimentaria del país están bien posicionadas para aprovechar estas oportunidades. El éxito dependerá de que los actores clave, tanto públicos como privados, reconozcan este enorme potencial y lo traduzcan en políticas públicas efectivas e inversiones estratégicas».
Carlos Campillos Martínez, Public Affairs Manager for Spain at The Good Food Institute Europe, concluye que: «El sector de la carne cultivada en España ofrece una oportunidad económica y ambiental significativa, pero su éxito dependerá de múltiples factores, incluidas las políticas públicas y las inversiones estratégicas. Aunque las proyecciones del estudio son prometedoras, es cierto que el camino hacia la consolidación de esta industria está lleno de desafíos y que será necesario un esfuerzo coordinado para que España logre un liderazgo competitivo en este sector emergente».
Fuente Comunicae