REDMER 2024 (Reto Demográfico en el Medio Rural) es una jornada dirigida a técnicos profesionales, e investigadores del medioambiente, arquitectura, ingenierías, geografía, historia y ciencias sociales que forma parte de un proyecto en el que FECOMA está colaborando con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), incorporando el trabajo por retos en asignaturas que tienen que ver con la ordenación y la gestión del territorio
FECOMA ha participado activamente en REDMER 2024 (Reto Demográfico en el Medio Rural), una jornada técnica dirigida a profesionales, e investigadores del medioambiente, arquitectura, ingenierías, geografía, historia y ciencias sociales.
REDMER 2024 forma parte de un proyecto en el que la Universidad Politécnica de Madrid colabora con FECOMA incorporando el trabajo por retos en asignaturas que tienen que ver con la ordenación y la gestión del territorio. En este caso, el que se ha abordado es el reto demográfico. Con esta iniciativa, FECOMA y la UPM pretenden acercar a los alumnos a la realidad social de los territorios y reforzar su conocimiento sobre él.
Bajo el epígrafe El Reto Demográfico en el Medio Rural: Experiencias, Visiones e Iniciativas, la jornada, celebrada en el ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural (Edificio Forestales, Aula de Seminarios), abordó diferentes perspectivas del problema de la despoblación de la España interior, incluida la que aporta la Economía Social.
La edición 2024 de REDMER se estructuró en dos bloques. En el primero, representantes de tres niveles de la administración: europea, nacional y autonómica, explicaron las estrategias actuales y futuras con las que están abordando, y pretenden abordar, el problema. Intervinieron Maria Gafo, jefa adjunta de Sostenibilidad Social de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea; Inmaculada García, en representación de la Dirección General de Políticas Contra la Despoblación del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y Jesús Alique, comisionado del Reto Demográfico de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, uno de los impulsores de la reconocida Ley contra la Despoblación de Castilla-La Mancha, que recoge, entre otras muchas cuestiones, beneficios fiscales para el emprendimiento en el medio rural, o políticas activas de género.
En esta primera parte de REDMER 2024, quedó patente la mayor sensibilidad social hacia el problema de la despoblación en el momento actual, desde las zonas rurales y desde las urbanas. Consecuentemente, también es notoria la mayor atención que las administraciones prestan ahora al problema. «Creo que hay un impulso para tomar el reto poblacional como esencial en las políticas de los próximos años», señalaba en sus conclusiones David Pereira, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid, y uno de los organizadores de las jornadas. Sin embargo, Pereira, argumentaba también que «se trata de un reto relativamente reciente», en alusión a que la creación de la Secretaría General para el Reto Demográfico data de 2020, o la Ley contra la despoblación de Castilla-La Mancha, de 2021. Pereira subrayó también que falta mucha discusión política, de conocimiento y mucho diálogo urbano-rural. «Tenemos claro el problema, pero no el modelo de cómo resolverlo, puesto que, además, no hay una receta única que podamos copiar y pegar en cada comarca afectada», añadía.
La segunda parte de REDMER 2024 abordó la realidad más cercana a los territorios a partir del testimonio de actores que están operando en ellos. Para ello, la jornada contó con la aportación de representantes de dos zonas rurales. Maria Jesus Sánchez habló sobre la realidad demográfica de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares leoneses, mientras que Natalia Castro, gerente de la reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna, habló sobre laboratorios de sostenibilidad en el reto demográfico, a la luz de su experiencia en un pueblo de 12 habitantes. Ambos testimonios evidenciaron algunos de los problemas graves que padecen. Sin embargo, ambas ponentes expusieron cómo desde sus territorios están surgiendo iniciativas y estrategias de trabajo innovadoras con las que afrontar el reto.
Finalmente, Carlos de la Higuera, presidente de FECOMA, destacó la educación y el conocimiento como valores imprescindibles en el desarrollo futuro del medio rural. Carlos de la Higuera señaló que el de la despoblación es «un problema cultural de convivencia con el territorio» y que, por lo tanto, en primer lugar, «debemos preguntarnos por el papel que corresponde a las personas y de qué manera pueden actuar las administraciones para atajar el problema de la despoblación». Para FECOMA, la respuesta debe llegar desde la educación, concebida como «un ensayo de colaboración público-privada para crear capital humano en el medio rural». En este sentido, De la Higuera afirmó que la organización sistémica que puede dar respuesta al reto demográfico es, sin duda, la Economía Social. «La Economía Social es capaz de generar actividad, gracias al capital humano que crea, para cubrir las necesidades de los niños y de los mayores en el medio rural», señaló.
En este sentido, FECOMA ha puesto en marcha el proyecto EIDER, que propone la creación de cooperativas de jóvenes vinculados emocional, social, cultural y económicamente al territorio. «Lo que pretendemos es que no sea el niño quien se desplace al pueblo más grande a recibir sus clases, que es la medida habitual de los centros rurales agrupados en la actualidad, sino que lo hagan los miembros de estas cooperativas, de acuerdo con el proyecto que hayan gestado, siempre enraizados en los pueblos a los que prestan servicio», señaló el presidente de FECOMA, como ejemplo. «Creemos firmemente que, de esta manera, se lograría población estable en la España vaciada», terminó. En el turno final de conclusiones, también participó Vidal García, director general de FECOMA, aportando más datos sobre EIDER.
Por todo ello, en sus conclusiones, David Pereira destacó que hay muchas iniciativas que están surgiendo desde la base. «Hay muchos actores en el territorio que están haciendo cosas relevantes. Fomentando el diálogo entre todos, haremos que afloren y se conviertan en movimiento. Trabajar con el elemento cultural, cambiando la forma en que miramos a nuestras zonas rurales, y con el elemento de la innovación, con la necesidad de reinventarse, se puede ser moderadamente optimista ante el reto demográfico», concluyó.
Fuente Comunicae