La obligatoriedad por ley de que las empresas lleven un registro de la jornada de sus trabajadores entra en su segundo año todavía envuelta en cierta polémica y confusión. Algunas voces opinan que la medida es la excusa perfecta para que las empresas «fiscalicen» a sus trabajadores, vigilando todas sus actividades. Sin embargo, Time@Work, una de las aplicaciones pioneras del mercado en soluciones tecnológicas de control horario, cree que la obtención de información contrastada acerca de los tiempos que los colaboradores dedican a cada tarea no solo es imprescindible para mejorar la productividad de la empresa, sino que puede resultar una herramienta de motivación y satisfacción laboral muy importante.
“Tenemos que abandonar de una vez la cultura del ‘control’ y pasar a la de la ‘mejora continua’. Nos encontramos en plena era de la digitalización y del imperio de los datos. Renunciar a medir y a tratar de obtener mejoras a partir del análisis de esos datos sería un suicidio desde el punto de vista de la competitividad. Y también sería muy negativo para el propio trabajador, que puede encontrar en estas aplicaciones la mejor guía para crecer profesionalmente”, señala Joan Pons, CEO de Time@Work.
¿Por qué el registro de jornada es una herramienta de motivación?
Porque favorece la autogestión y la autonomía de los colaboradores, uno de los factores que más influyen en la satisfacción laboral. Ellos mismos son quienes manejan sus propios números y modulan su agenda, su escala de prioridades y gestión del tiempo en función de los mismos.
Porque favorece el autoconocimiento. Si cada trabajador obtiene datos contrastados acerca de en qué tareas es más productivo y en cuáles menos, va a conocer mejor cuáles son sus fortalezas y sus puntos de mejora, de forma que podrá pedir a su empresa que le ayude con estas últimas con planes de formación u otras medidas.
Porque permite asignar mejor tareas y funciones. La información permite tomar mejores decisiones. Los daros acerca de los tiempos dedicados a las diferentes tareas pueden ayudar a los manager a distribuir mejor tareas y funciones, de manera que cada trabajador sea asignado a aquellas responsabilidades en las que es más efectivo.
Porque permite montar equipos más equilibrados. Una información individualizada de los desempeños de los diferentes miembros de la plantilla ayudará a los manager a montar equipos de trabajo complementarios y equilibrados, algo que redundará en el mejor funcionamiento de esos equipos.
Porque evita los desajustes en las cargas de trabajo. Las mediciones evidencian de manera inmediata si un colaborador está sobrecargado o si otro, por el contrario, tiene escasa carga de trabajo. De esta manera se pueden introducir ajustes y redistribuir tareas de una manera más equilibrada.
Porque permite feedbacks de evaluación más justos. Los datos son un elemento que ayuda a objetivar las evaluaciones de desempeño, así como a fijar objetivos consensuados y planes de mejora en base a ellos. Se evitan así los sesgos de evaluación de los mandos y los trabajadores evaluados se sienten más arropados y orientados.
Porque es un punto de partida para predecir comportamientos de éxito futuros. Los “qués” ayudan a definir los “cómos” y ese es el primer paso de cara a definir y tratar de provocar los comportamientos de éxito que permiten repetir los buenos resultados de manera sostenida.