Los reconocimientos de referencia nacional en el ámbito de la tecnología de apoyo han puesto en valor la labor de profesionales, entidades y centros educativos que acompañan a los usuarios y, con la ayuda de diferentes recursos tecnológicos, consiguen que niños y adultos puedan mejorar en su autonomía personal, lo que también beneficia a sus familias
Los premios de la Fundación Romper Barreras, organización sin ánimo de lucro que acerca la tecnología a personas con discapacidad para fomentar su autonomía y calidad de vida, se otorgaron ayer en el Movistar Centre de Barcelona en un acto que contó con la asistencia de representantes de las principales entidades públicas.
Los galardonados han sido Leo San Nicolás en la categoría individual y las entidades Fundación Sant Tomàs – CEEPSIR l’Estel, Asociación COCEMFE Iniesta y Fundación Caná, en la modalidad colectiva. Todos ellos han recibido una dotación económica en metálico y en productos tecnológicos.
Carme Basil y Emili Soro-Camats, pioneros en Cataluña y España en introducir la tecnología de apoyo y la comunicación aumentativa, han sido distinguidos con el Premio Joaquín Romero en representación de la Unidad de Técnicas Aumentativas de Comunicación (UTAC).
La Fundación Romper Barreras, que promueve el uso de la tecnología de apoyo para fomentar la autonomía y mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad, ha celebrado la entrega de los X Premios Romper Barreras.
La emotiva ceremonia de entrega de premios tuvo lugar ayer jueves 19 de octubre en el Movistar Centre de Barcelona. El acto contó con la presencia de los protagonistas y premiados, así como de los representantes de las diferentes administraciones públicas, personalidades del sector de la tecnología y la discapacidad, patrocinadores, socios y amigos de la fundación.
Leo San Nicolás (Sabadell) ha recibido el premio en la categoría Individual y la Fundación Sant Tomàs – CEEPSIR l’Estel (Vic) ha obtenido el primer premio en la categoría Colectiva. La Asociación COCEMFE Iniesta (Cuenca) y la Fundación Caná (Pozuelo de Alarcón) han sido galardonadas con el segundo premio en la categoría Colectiva. Los ganadores de cada categoría reciben una dotación económica en dispositivos y soluciones tecnológicas personalizadas de Qinera, diseñadas específicamente para personas con discapacidad.
«La historia de Leo es un poderoso recordatorio del impacto transformador que la tecnología de apoyo puede tener en la vida de muchas personas. Gracias a la tecnología, Leo ha encontrado la clave para aprender y comunicarse con su entorno, superando barreras que antes parecían insuperables. Entre los premiados de este año también se hallan distintas organizaciones y centros del país que, gracias al incansable esfuerzo de sus profesionales, junto con los recursos tecnológicos, permiten que usuarios de todas las edades alcancen una mayor autonomía personal. Esta dedicación no solo cambia la vida de los usuarios, sino que también tiene un impacto positivo en sus familias, creando historias de superación que inspiran y guían», ha declarado Borja Romero Salord, actual presidente de la entidad y hermano de Joaquín Romero, promotor de la Fundación Romper Barreras.
En esta edición también se ha otorgado el Premio Joaquín Romero, un premio honorífico destinado a reconocer a aquellas personas que han tenido una gran trayectoria y han servido de modelo para otras personas en el fomento de las tecnologías de apoyo, la atención a las personas con discapacidad o el espíritu de superación. Así pues, el Premio Joaquín Romero de la Fundación Romper Barreras ha recaído en Carme Basil y Emili Soro-Camats por su trayectoria pionera en Cataluña y España al introducir la tecnología de apoyo y la comunicación aumentativa. Los galardonados han recogido el premio en representación de la Unidad de Técnicas Aumentativas de Comunicación (UTAC), servicio externo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona.
Ganador en la categoría individual: Leo San Nicolás con su candidatura «ComuniCAA-T con LEO»
El ganador de la categoría individual es Leo San Nicolás, con su candidatura «ComuniCAA-T con LEO». Gracias a la tecnología, Leo —diagnosticado con el síndrome de Angelman, un trastorno neurogenético minoritario que se caracteriza por la ausencia del habla, entre otros síntomas— puede comunicar sus preferencias y necesidades, puede explicar cómo se siente, compartir un cuento, explicar lo que ha hecho el fin de semana y participar en clase.
La tecnología de apoyo ha abierto a Leo un camino de socialización e inclusión mejorando su calidad de vida y causando un gran impacto positivo en su entorno. Su candidatura también pone de manifiesto la importancia de dotar a los usuarios de la tecnología de apoyo desde la edad temprana. «La tecnología de apoyo en formato comunicador dinámico está totalmente integrada en el día a día de la familia y en especial del usuario principal, nuestro hijo Leo», explica Óscar San Nicolás, padre de Leo.
Ganador del primer premio en la categoría colectiva: Fundación Sant Tomàs – CEEPSIR l’Estel
En la categoría colectiva, el primer premio ha recaído en la Fundación Sant Tomàs – CEEPSIR l’Estel (Vic). L’Estel, escuela de educación especial cuya titularidad corresponde a la Fundación Sant Tomàs, se dedica a la atención y servicio a las personas con discapacidad intelectual a lo largo de su vida, desde la infancia hasta la vejez.
«La misión de L’Estel es fomentar resultados valiosos y significativos para los alumnos con discapacidad intelectual de la comarca de Osona, proporcionando una educación de calidad centrada en la persona y en los apoyos, en el contexto de una escuela y un entorno inclusivos«, relata Anna Martínez, directora del centro.
Ganadores del segundo premio en la categoría colectiva: Asociación COCEMFE Iniesta y Fundación Caná
En la segunda posición de la categoría colectiva han empatado dos entidades. Por una parte, la Asociación COCEMFE Iniesta (Cuenca) que, con su candidatura, demuestra que hay diferentes recursos tecnológicos que pueden ayudar y facilitar el acceso a la comunicación de manera aumentativa y/o alternativa.
«Este reconocimiento da visibilidad a la labor y ayuda a que la comunicación sea reconocida como un derecho para todos», afirma el responsable de la Asociación.
Por su parte, la Fundación Caná (Pozuelo de Alarcón) ha recibido el segundo premio con su proyecto «Tecnologías Fundación Caná». Su candidatura se enfoca en cómo las tecnologías ayudan a sus usuarios en su día a día.
«El objetivo como Fundación es trabajar en el apoyo integral de la persona con discapacidad, haciéndolo de forma transversal para cubrir todas sus necesidades de formación, terapia y asistencia sanitaria, cuidando al máximo su intimidad y procurando su autonomía hasta donde puedan tenerla», explica Patricia Sanz, trabajadora social de la Fundación Caná.
Fuente Comunicae