La Desaladora la Campana, el proyecto europeo más grande de este tipo y que se construirá en Cartagena (Murcia) ha decidido entrar en la Blockchain para financiar parte de su construcción.
Su función será erradicar la falta de recursos hidráulicos que viene padeciendo la cuenca del Segura y garantizar el suministro de agua para el regadío a las superficies de riego de dicha demarcación.
Con ese objetivo, ha encargado a Token Proyectos, S.L. la creación de dos tokens: DSAL y FVOL.
“DSAL, va a ser un innovador activo criptográfico que busca revolucionar la inversión en nuestro sector al estar estrechamente relacionado con el proyecto de desalinización en Murcia y que está a punto de cambiar las reglas del juego en la producción de agua dulce a partir de agua de mar” explican desde la compañía.
Transparencia: una nueva forma de proyectar megaproyectos de este tipo
La importancia de esta decisión está basada, precisamente, en la transparencia de todos los pasos de la operación. Al unirse a la Blockchain con los tokens, la operativa quedará reflejada en la cadena de bloques y será accesible tanto para el público como para los implicados en forma de inversores, proveedores o clientes.
“Nos hemos propuesto construir la mayor desaladora del mundo, un activo funcional y de necesidad pública y maridarlo con dos criptomonedas para crear importantes sinergias que permitan beneficiarse a los inversores año tras año”
Actualmente, el proyecto está reuniendo inversores privados y sus primeras iniciativas.
Durante el mes de septiembre y parte de octubre, se establecerán las primeras alianzas del proyecto con diferentes líderes y promotores del sector.
Pero, ¿cuál es el proyecto?
La mercantil Vols – Partners, S.L. ha iniciado la promoción de la Planta desaladora de “La Campana”.
El proyecto, que ya ha sido presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, contempla la construcción y operación de una planta desaladora con una capacidad de producción anual de 600 hm3 en la localidad murciana de Cartagena.
A la planta se unirán la red de distribución de agua constituida por una conducción de dos tuberías de 3.000 mm de diámetro y una longitud aproximada de 135 kilómetros y un embalse de regulación con una capacidad de almacenamiento de 230 hm3, para lo que se deberá construir una presa de unos 80 metros de altura y una longitud de presa de unos 2.000 metros.
FVOL se encargará de proporcionar el activo criptográfico para suministrar la energía que consumirán las instalaciones, se proyecta una planta fotovoltaica que garantizará que la energía sea libre de emisiones de gases de efecto invernadero.