Paccari es una compañía chocolatera de origen ecuatoriano distinguida por su excelente calidad y prácticas sostenibles, contando con 430 certificaciones que lo avalan
El Día Mundial del Chocolate, es una jornada para honrar al alimento favorito de muchos y, a la vez, uno de los más consumidos. Asimismo, es una gran ocasión para poner en valor todas las acciones que se llevan a cabo para conseguir obtener el mejor producto respetando su ecosistema.
Este es el caso de Paccari, compañía chocolatera de origen ecuatoriano reconocida mundialmente no sólo por la calidad de sus chocolates, sino también por su modelo de negocio sostenible. Hace más de 20 años, en sus inicios en 2002, Carla Barbotó y Santiago Peralta, sus fundadores, tuvieron muy claro que querían crear una empresa con propósito, que pusiera en valor la riqueza del chocolate ecuatoriano y que contribuyera a construir un mundo más sostenible y humano.
El modelo de negocio de Paccari, lo denominan «Del Árbol a la Barra». Caracterizado por cuidar minuciosamente su proceso de producción desde la semilla del árbol de cacao hasta el packaging del producto final. Gracias a estos esfuerzos han conseguido un sistema que favorece la conservación y reflorecimiento del 2,5% del banco genético del mejor cacao del mundo, generando un círculo virtuoso entre el campo y el mercado, beneficiando a su paso a toda la cadena.
Hoy en día, Paccari cuenta con numerosos reconocimientos y certificaciones que la avalan como compañía comprometida con el medio ambiente y con responsabilidad corporativa. Como el ‘B Corp for the World’ a cargo de la Fundación B Lab. Posicionándose ya en 2017 como una de las 10 Mejores Empresas B para el Mundo. Pero también cuenta con el certificado ‘USDA Organic’, así como la Regulación Orgánica 2092/91 de la UE, los cuales avalan que las fincas y cultivos de cacao orgánico de Paccari son orgánicos.
Otro de los prestigiosos certificados que destacan a la compañía es el ‘Demeter Biodynamic Certification’. Este constata que los cultivos de producción de cacao mantienen un ecosistema auto regenerativo sin ningún tipo de agroquímico; asegurando así un equilibrio entre animales, plantas, humanos y la tierra. Esto quiere decir que el cultivo ecológico y biodinámico no solo favorece a la salud de los consumidores, sino también a la de los agricultores del cacao, ya que, al no usar pesticidas ni productos químicos, el chocolate resultante tiene un sabor más puro y es mucho más sano para el consumidor. De igual forma, el agricultor queda exento de estar continuamente expuesto a los nocivos químicos, consiguiendo como resultado un chocolate seguro y de máxima calidad.
Recientemente ha recibido 30 nuevos galardones en los Ecuador Chocolate Awards 2023 y en los International Chocolate Awards 2023 que han vuelto a premiar barras tan significativas para la marca como Passion Fruit o Lemongrasss, disponibles también en el mercado español.
Paccari, no solo centra su negocio en el cultivo sostenible del cacao, puesto que también incorpora múltiples productos agrícolas originarios de Ecuador en novedosos y originales chocolates como es el caso de la uvilla o el mortiño. El aprovechamiento sostenible de estas materias primas ha propiciado que un gran número de mujeres locales cabezas de familia hayan podido acceder a nuevas oportunidades a través de la producción y recolecta de estos frutos silvestres.
De esta misma forma y en línea con el modelo de negocio, todos sus productos están envasados en packagings 100% reciclables y biodegradables. Elaborados a partir de celulosa vegetal, la cual sustituye en su totalidad al plástico. Este material natural tiene la propiedad de desintegrarse en 180 días, sin contaminar el entorno, frente a los 500 años que tardaría el plástico.
Su modelo de empresa con propósito es tan reconocido que Paccari es un caso de estudio de la Universidad de Harvard por la integración de prácticas empresariales que ponen en primer lugar el bienestar económico, social y ambiental con enfoque en resultados a largo plazo que van más allá de los indicadores financieros.
Fuente Comunicae