La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB), la mayor crisis financiera en los Estados Unidos, (comparada únicamente con la de la Gran Recesión) ha obligado al gobierno a la puesta en marcha de un rápido plan de intervención para salvaguardar los intereses de sus clientes: la creación del Banco Nacional de Santa Clara. Una medida iniciada tras la retirada en masa de fondos y recomendada entre otros por el Founders Fund de Peter Thiel.
¿Puede esta situación afectar a Europa, ¿Y a España?, ¿Qué ha provocada está crisis?, ¿Están seguros
nuestros ahorros?
Cuáles son las causas de la quiebra de Silicon Valley
A pesar de las recomendaciones del consejero delegado de SVB, Greg Becker, que hacía una llamada a la calma asegurando que el banco disponía de liquidez suficiente, la salida de depósitos fue inevitable. Hoy, el mundo entero está atemorizado por si la situación pudiera afectar a otros bancos, como ocurrió con el Signature Bank o el Silvergate Bank, en los Estados Unidos, que sufrieron un fuerte desplome de sus acciones. Las tres entidades está relacionadas con el mercado de las criptomonedas. Como en 1920 y en 2008, la crisis económica llega de la mano del pánico generalizado.
El auge del sector tecnológico y del mercado de las criptomonedas, asociados a la pandemia provocada por el Covid-19 provocaron que el SVB aumentase sus depósitos enormemente y así, pudo invertir grandes sumas de dinero en deudas y valores. Todo iba bien hasta que la Reserva Federal aumenta los tipos de interés para acabar con la inflación, y consecuentemente el valor de las inversiones de Silicon Valley Bank se hunde, provocando la tercera crisis financiera más grande de todo la historia en los Estados Unidos. La subida, también afecta a los clientes del SVB que, empiezan a retirar sus fondos, provocando pérdidas de más de 1.800 millones de dólares.
La respuesta del gobierno ante la quiebra de Silicon Valley
Ante la quiebra de Silicon Valley, así como de las otras dos grandes entidades financieras, el gobierno de los Estados unidos no ha dudado en poner en marcha una serie de medidas extraordinarias para que este escenario no se repita en otros bancos y así, ha creado el Programa de financiamiento a plazo bancario o BTFP. Se trata de un programa creado por la Reserva federal, que ofrece préstamos a las entidades financieras, para minimizar los efectos negativos provocados por la caída en picado de Silicon Valley Bank, y como garantía, los prestatarios ofrecen ciertos tipos de valores, como bonos del Tesoro, y deudas y valores que están apoyados en hipotecas.
¿Afecta la quiebra de Silicon Valley al resto de entidades?
Ha cundido el pánico en Estados Unidos y este temor se está extendiendo rápidamente al resto de entidades financieras de todo el mundo. Pero este miedo, según los expertos es infundado debido a las distintas idiosincrasias de los diferentes bancos y aseguran que la quiebra de Silicon Valley se debe al propio sistema de la banca americana, que la crisis tiene los días contados y que no llegará a Europa.
De momento, el gigante financiero Credit Suisse, un banco financiado por el banco estatal saudí SNB, hasta ahora, ya que, su presidente y primer accionista de la entidad europea, Ammar al Khudairy, se niega a aportar una suma superior al 10%. En caso de necesitar más fondos, el Credit Suisse, se quedaría solo. La entidad llevaba arrastrando problemas financieros durante un par de años lo que provocó una importante retirada de depósitos que se acrecentó tras la quiebra de Silicon Valley Bank.
¿Está justificado el miedo a una crisis global?
La bolsa europea, si bien no está en su mejor momento, tampoco sería correcto hablar de crisis, si bien existe cierto “miedito” tanto en el nuevo, como en el viejo continente. En el caso de España, el balance en el mercado no augura nada bueno, ya que, desde el mes de febrero continua a la baja. Sin lugar a dudas la peor parte la llevan España e Italia, más expuestos a la banca, que no hay que olvidar que no ha dejado de bajar en la bolsa. El Deutsche Bank y el banco Sabadell son las entidades europeas que más han bajado en Bolsa, siendo el Ibex 35 el índice que más pérdida ha sufrido.
Además, existen más vínculos entre el Credit Suisse y la banca europea, que entre esta última y el SVB, es por esto que el Banco Central Europeo está estudiando el riesgo de exposición de las entidades financieras con la entidad suiza.
¿Está asegurada la economía española?
En cuanto a España, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño invita a la tranquilidad al asegurar que: «En este momento de turbulencia en los mercados financieros internacionales derivada de la situación de fragilidad de algunos bancos en Estados Unidos, los bancos españoles se encuentran con un marco de supervisión y regulación reforzado y una situación saneada de sus balances».
La llamada a la calma de la ministra no parece convencer a todos por igual y hoy por hoy, nadie puede asegurar que la quiebra de Silicon Valley no dejé huella en España y el resto de Europa, a pesar que que la economía del país es estable. ¿Por qué? Pues porque una crisis de estas características normalmente provoca un efecto dominó, de manera totalmente imprevisible y arrasando con todo. La situación de Estados Unidos puede tener un efecto devastador en la economía, sin embargo los expertos se apoyan en la solidez de la economía de España para lanzar un mensaje de tranquilidad. Además, el tipo de banca española es bien distinta a la de los Estados Unidos. La primera es más comercial, mientras que la segunda se dirige más a la banca especializada y de inversión.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez asegura que “Desde el inicio de estas tensiones, hemos estado en contacto con autoridades europeas, con el BCE (…)” insistiendo en que en la Europa de hoy, hay “un sistema de supervisión reforzado que no tenía en la otra (crisis) y eso ha llevado a que los bancos europeos tengan ratios de liquidez y solvencia superiores a los de entonces”.
En conclusión, hay que mantener la calma y confiar en la solvencia económica del país, evitando así, la retirada masiva de depósitos y una nueva crisis.
Paula Rodríguez