Verano y temperaturas más secas, vacaciones con más tiempo, menos tráfico en las carreteras y más movimiento en la compraventa inmobiliaria.
Estas son solo algunas de las razones por las que Anyvan, empresa de mudanzas que realiza alrededor de 160 mil desplazamientos al año.
Pese a que los españoles son unos de los europeos que más cerca se desplazan (según los estudios de la compañía, el 92% de las mudanzas en territorio español se hacen a menos de 40 kilómetros), son un acontecimiento importante dentro del núcleo familiar, siendo la segunda causa de mayor estrés tras la pérdida de un miembro familiar.
“La mayoría de las personas tiene la gran preocupación de tener que empacar y desempacar, por ello el día de la mudanza se convierte en uno de los más estresantes. No cabe duda que contratar a un especialista en mudanzas alivia la carga y el estrés” explica el CEO, Angus Elphinstone.
¿Por qué agosto es el mes perfecto?
Pese a que es enero el principio de año, en realidad el parón estival hace de septiembre otro arranque de temporada que pasa factura en la familia, trabajos y nuevos comienzos.
De ahí que, tras el verano, donde las cifras de viviendas vendidas y compradas suelen incrementarse considerablemente, sea artífice de más desplazamientos, convirtiendo agosto en el mes con más movimiento del año en este sentido.
También las oficinas aprovechan septiembre para fichajes que permitan ir cambiando políticas y líneas de actuación de cara al último cuatrimestre anual para conseguir objetivos, lo que hace que la movilidad laboral también se incremente en este mes en toda Europa.
Con la nueva normativa hipotecaria, que entró en vigor en junio, también se aceleraron ventas que se harían efectivas (con el tiempo que se permite acordado entre las partes) a finales de verano, aunque julio ya volvió a repuntar con nuevas operaciones aprovechando la movilidad geográfica que permiten las vacaciones.
Siendo el segundo escenario que más estrés provoca en la familia, seguir unas recomendaciones nunca está de más.
Anyvan, desde su experiencia, suele recomendar hacer un bolso con los esenciales que pueden necesitarse nada más llegar. Ese hay que tenerlo presente para poder arrancar en la nueva vivienda. Lo mismo ocurre con lo primero que se podría necesitar, que deberá ir empaquetado junto y, a ser posible, en un envase plástico que lo deje a la vista.
Etiquetar cada caja con su contenido y la habitación a la que va ayuda la organización, así como numerarlas para darles prioridad en la apertura.