¿Quién no ha hojeado una revista de decoración en alguna ocasión? ¿quién no se ha detenido ante el escaparate de un estudio de diseño de interiores alguna vez? ¿Y quién no ha soñado con tener un hogar, negocio o ambos con un cuidado diseño? Probablemente, la mayoría habrá soñado, incluso en más de una ocasión, con que su hogar se asemejase mínimamente a esos que salen en las revistas de decoración. Sin embargo, y como indican desde Naparede, “no es sencillo conseguir que un hogar o cualquier otro tipo de inmueble y negocio refleje exactamente lo que su propietario desea. Para lograrlo es necesario realizar un concienzudo estudio en el que el cliente es la pieza clave, pues solo si es capaz de verbalizar lo que desea, se alcanzará el éxito absoluto. Algo que cobra especial relevancia cuando se trata de negocios”.
Y es que, la sociedad ha ido cambiando lentamente y el mundo empresarial ha tenido que ir adaptándose a lo que ahora demandan sus clientes, ya no basta con ofrecer un producto atractivo, debe ofrecerse mucho más, pues solo de esa manera se logrará el éxito absoluto.
“Vivimos en un momento en el que los empresarios desean ofrecer a sus clientes no solo un producto, sino toda una experiencia capaz de implicar a todos los sentidos. La idea es que al atravesar la puerta de un negocio, el cliente se adentre en un mundo que poco o nada tenga que ver con lo que había conocido hasta ahora, un mundo que le invite a permanecer en él y a descubrir cada detalle sin prisa y disfrutando de cada segundo” comentan desde Naparede.
Pero todo esto no es fruto de la casualidad, sino que es el resultado de la unión de dos factores. Por un lado, las exigencias de los propios clientes, que cada vez con más frecuencia huyen de los grandes negocios en los que simplemente representan un número que incrementa sus ganancias. Y, por el otro, el deseo de los empresarios de ofrecer a sus clientes un producto único capaz de cautivar a cualquiera, gracias al cuidado de cada detalle y al trato especial y personalizado.
Probablemente resulte curioso para la mayoría, pero el mundo de la decoración y del diseño de interiores está íntimamente ligado con el de la moda, y al igual que en ese mundo, a veces también se rescatan viejas tendencias. Se podría decir, que en cuanto a trato con el cliente, se ha vuelto al que se tenía antaño en las típicas tiendas de barrio, en las que el personal que atendía conocía el nombre del cliente y se interesaba tanto por su salud como por la de su familia. Y, en lo relativo a decoración y diseño, se busca la diferenciación.