Hörmann, líder europeo en la fabricación de puertas y automatismos, presenta la cortina textil cortafuegos FlexFire, ideal para el sector industrial y la construcción de edificios públicos.
El fuego es uno de los grandes riesgos a batir en espacios arquitectónicos, de ahí que el hecho de que las grandes aberturas que se necesitan en los accesos y zonas de tránsito de hoteles, edificios públicos, oficinas o incluso grandes almacenes se puedan cerrar en segundos, permitiría que las grandes zonas adyacentes se queden aisladas de las llamas.
“La cortina cortafuego de Hörmann FlexFire dispone de un tejido de filamento de vidrio reforzado con alambre V4A y está disponible en las clases de resistencia al fuego E30, E60, E90 y E120, en función de los requisitos de protección contra incendios. Cabe tener en cuenta que la persiana cortafuego, por ejemplo en forma de cierre del recinto E120, puede resistir un incendio de hasta 120 minutos” comentan desde la compañía.
¿Cómo funciona la cortina cortafuegos de Hörmann?
“Si se forma humo en caso de incendio, la persiana cortafuego FlexFire se cierra automáticamente en solo 6 segundos por metro” explican. La cortina textil cortafuegos se controla con la ayuda de la unidad de control estándar FSA-FLEXControl.
En combinación con detectores de incendios ópticos o térmicos que controlan la zona de la puerta, se cumple con los requisitos de EN 14637. Además, es posible una conexión a una central de alarma de incendios local en el control.
Por otra parte, la cortina cortafuegos tiene una cortina de 0,5 milímetros de grosor y carriles-guía estrechos, lo que permite integrar la protección textil para incendios de forma discreta en el edificio.
Junto al sistema de alarma estándar con una señal meramente acústica, que ya está incluido en FSA-FLEXControl, se puede suministrar de forma opcional una variante con señal óptica y acústica conforme a DIN EN 14600.
Por otro lado, el detector de incendios óptico funciona según el conocido principio de la luz difusa. El destacable diseño plano del detector de incendios permite la detección de humo en un amplio espectro de incendios. La cámara del sensor contiene un sensor óptico capaz de medir tanto la luz difusa normal como la reflejada.
La estabilidad del detector se decide también mediante el uso de algoritmos que deciden cuándo éste cambia al estado de alarma. Asimismo, se reduce la probabilidad de activar la alarma por humo sin un verdadero foco de incendio. El detector está homologado según EN54-7.
Por último, el detector térmico H-TM-4070 mide la temperatura ambiente cada dos segundos. Un microprocesador almacena los datos de medición de temperatura y los compara con los valores límite preestablecidos para determinar si se ha alcanzado un valor máximo preestablecido: el umbral de alarma.