La convivencia no es sencilla, eso es algo que el que más y el que menos ha podido comprobar por si mismo. No importa si se habla de estudiantes que comparten piso, de parejas que comienzan una nueva vida juntos, de ancianos que necesitan los cuidados de sus hijos y deben trasladarse a sus casas para recibirlos. Lo que está claro, es que a medida que aumenta el número de personas, aumentan los problemas. “Las comunidades de vecinos suelen estar formadas por un amplio número de personas, que rara vez se ponen de acuerdo sobre los distintos asuntos financieros, legales y técnicos necesarios para el mantenimiento y gestión económica de los edificios en los que habitan” indican desde Administraciones YAK.
Y es que, cualquiera que pertenezca a una comunidad de vecinos sabe lo complicado que resulta, incluso, poner un horario para hacer una reunión en la que se exponga todo aquello que atañe a la finca en cuestión, llegando incluso ha convocar la reunión en 3 horarios distintos en el mismo día, algo que dificulta y mucho la comunicación entre todos los vecinos. Y si ponerse de acuerdo para hacer una reunión es complicado, hacerlo para solucionar problemas estructurales, realizar reformas o mejoras en el edificio y enfrentarse a la morosidad de algunos vecinos, ya ni pensarlo. “Todo esto es lo que ha hecho que la figura del administrador de fincas cobre cada vez un papel más relevante” comentan desde Administraciones YAK.
Pero, ¿cuáles son las principales ventajas de contar con un administrador de fincas?
- Al ser un profesional, conoce todas las alternativas del sector, lo que le permitirá ofrecer la solución más rentable para solucionar los problemas que pudieran llegar a existir, traduciéndose por lo tanto en un ahorro de costes para los propietarios.
- Estará al tanto de las subvenciones públicas que puedan ser de interés para la comunidad.
- Se ocupará de dar cobertura legal en aquellos asuntos que la precisen, así como de la mediación y el arbitraje para solucionar los distintos conflictos que puedan surgir entre vecinos.
Por todos estos motivos y por muchos más, lo sensato para ahorrarse problemas en cualquier comunidad de vecinos es apostar por un administrador de fincas.