Enero es el momento para fijar y replantear objetivos. Muchas personas establecen a lo largo de este mes cuáles son sus prioridades hasta diciembre y así saben en qué deben enfocarse y después pueden analizar cuáles han sido sus progresos. En cualquier caso, los objetivos deben ser alcanzables y establecerse en base a la realidad si lo que se busca es que sean motivadores y ambiciosos. Estas metas son esenciales para la vida personal y profesional, pero ¿cuáles deben ser las prioridades para los emprendedores? Orizont, la aceleradora agroalimentaria creada por la Sociedad de Desarrollo de Navarra (Sodena), ha enumerado los retos indispensables que todo emprendedor debería lograr antes del próximo 31 de diciembre:
Organización: no procastinar más la definición de los próximos planes. Ya es hora de revisar cómo va a funcionar el proyecto. La actualización del plan de negocio servirá para aportar claridad sobre la visión y la estrategia del proyecto, y ayudará a ganar la confianza de los inversores. Por supuesto, cualquier plan debe incluir una estrategia de finanzas y operaciones.
Aprender de los errores: errar es de humanos y rectificar es de sabios. Un 46% de los emprendedores ha creado más de una startup, según datos del Mapa del Emprendimiento 2018, que elabora Spain Startup-South Summit. Conocer y analizar qué aspectos se puede mejorar y cuáles no funcionan tan bien es el mejor punto de partida para que una idea disruptiva triunfe.
Equilibrar vida personal y profesional: poner en marcha un proyecto empresarial propio es un trabajo arduo y muchas veces solitario, que requiere grandes dosis de esfuerzo y resiliència. Aprende a desconectar. Disfrutar de un poco de tiempo libre y dedicar algún rato a uno mismo es fundamental, siempre priorizando intereses.
Formación continua: cualquier emprendedor aprende en su día a día, pero muchas veces el método no es el más adecuado porque sólo se basa en la fórmula prueba-error. El tiempo es oro y mucho más en la vida de cualquier emprendedor, aprender exige tiempo por lo que hay que priorizar la calidad del aprendizaje y la inversión que requiere. A partir de ahí, nunca se trata de desperdiciar el tiempo sino de aprender para intentar saber cómo hacer algunas cosas mejor y más rápido.
Pedir ayuda: el agotamiento es a veces una señal de intentar abarcar demasiado trabajo para una sola persona. Hay que aceptar que no siempre es posible resolver todas las situaciones y hay que plantearse pedir ayuda o delegar antes de que sea demasiado tarde. El trabajo en equipo está lleno de grandes satisfacciones. No se trata de obviar las obligaciones, sino de encontrar el modo para trabajar con más personas y centrar cuáles son las prioridades de cada uno. Buscar los mejores recursos para atraer talento y retener el que ya se tiene. Un proyecto no es nada sin el equipo de profesionales que está detrás.