Un año después de que el mundo se paralizase por la aparición de la Covid-19, el presidente de la Confederación de Empresarios de Salamanca, Chenche Martín Galeano analiza para Revista Negocios la situación del tejido empresarial salmantino.
Se cumple un año del inicio de la pandemia. ¿Qué balance hace como presidente de CES a nivel económico?
La economía, el empleo, las inversiones… en Salamanca se han visto notablemente resentidos en 2020. El 2020 ha sido un año terriblemente malo para las empresas y autónomos, y para la economía de nuestra ciudad y provincia. Tenemos claro que el mercado de trabajo no experimentará ninguna mejoría en los próximos meses si, tanto desde el Gobierno central como desde las administraciones regionales y locales, no se empatiza aún más con el empresariado y no se impulsan iniciativas que recojan de verdad la voz y realidad de los empresarios en estos momentos de alarma sanitaria para que no se siga destruyendo empleo en nuestro país.
¿Cuáles han sido los sectores más afectados? ¿Es el de la hostelería quizá el caso más complicado?
El 2020 ha sido un año catastrófico para todos porque, de una manera u otra, todos los sectores se han visto afectados. Numéricamente, Salamanca es una ciudad de servicios y, por tanto, el turismo, comercio, hostelería y la enseñanza del español son algunos de los sectores que más se han visto afectados por esta crisis y los que durante más tiempo la van a sufrir. Pero, no olvidemos que hasta hace unos días ha habido sectores que han estado totalmente cerrados, como los gimnasios, o que apenas han tenido o tienen actividad. Y es que la gente lo está pasando ya muy mal. Todos estos sectores han visto disminuir su facturación en altísimo porcentaje, en la mayoría al 100%, acompañado de una fuerte destrucción de puestos de trabajo y se presenta para ellos un futuro muy incierto.
¿Cree que las medidas de la Junta de Castilla y León están siendo adecuadas?
En muchos momentos las medidas y decisiones adoptadas por la Junta de Castilla y León han sido desacertadas, porque no se ha tenido en cuenta la realidad de cada sector y se han adoptado criterios que no se han adaptado a la situación extremadamente compleja que sufrían las empresas y autónomos, y además anunciados con escasa antelación a su puesto en marcha, lo que ha provocado en repetidas ocasiones el desconcierto del empresariado, que ha tenido que sobreponerse a contracorriente a las circunstancias. Se han tomado medidas sin recapacitar y sin pensar en las posibles consecuencias que tendrían para el empresariado y la actividad económica de nuestra ciudad y provincia. No se puede legislar de esa manera.
Hablemos del tema ayudas. ¿Están suficientemente amparados los empresarios?
A pesar de que la Junta de Castilla y León ha creado paquetes de ayudas con el fin de paliar los efectos negativos de la crisis en autónomos y empresas, estas ayudas se quedan más que cortas. Son medidas que parchean, pero que no sirven para garantizar la continuidad de los negocios. Somos conscientes de que medidas como la extensión de la tarifa plana, las subvenciones para la adquisición de EPIs, las ayudas para apoyar a las pymes comerciales afectadas por las medidas de gestión de la crisis del Covid-19 o las aprobadas de hasta 2.000 euros para apoyar a los empresarios si tras esta crisis deciden emprender un nuevo proyecto suponen una inyección de oxígeno para el empresario, pero son insuficientes ante la magnitud de la situación. Pero desde CES insistimos en que lo que se necesita de verdad son ayudas directas, con mayor peso económico, que cubran los gastos que están teniendo en estos momentos las pymes y autónomos. Porque la empresa que no tenga un remanente importante corre el riesgo de desaparecer.
¿Qué más podrían hacer las diferentes instituciones para ayudar en esta situación?
Escucharnos a los empresarios y tomar las decisiones en coordinación con nosotros, con los agentes empresariales, que somos los que de verdad conocemos la realidad de los negocios. No pueden tomarlas poniéndose una venda en los ojos.
¿2021 será más complicado? ¿Cuándo se estima que empezará la recuperación económica
Enero y febrero de este año han sido terriblemente malos para los empresarios y autónomos. Es muy difícil saber qué va a ocurrir con precisión en la economía salmantina durante este 2021 y si veremos cierta recuperación a lo largo del año, pero todo apunta a que viviremos un 2021 muy complicado de recesión económica en el que el tejido empresarial y productivo será el principal damnificado. A estas alturas todavía todo es muy incierto. Pero somos conscientes de que no estaremos este año en el mejor de los escenarios económicos y que esta crisis sanitaria va a hacer mella en la actividad económica y en el mantenimiento del empleo. Por ello, desde CES instamos al Gobierno central, a la Junta de Castilla y León y a las administraciones locales que pongan sobre la mesa diferentes planes sectoriales y sienten las bases de la reconstrucción económica una vez finalice el estado de alarma. Para ello debe haber coordinación entre los distintos Ministerios y administraciones y se deben contemplar las máximas garantías de seguridad para trabajadores y ciudadanía en general.
RN: ¿Esta crisis es mayor, menor o igual que la de 2008?
El impacto de esta crisis está siendo abrumador. Según el FMI, el coronavirus ha creado una crisis económica como ninguna otra, mucho peor que la crisis financiera mundial de 2008. Habla incluso de que la crisis actual podría llegar a convertirse en la peor recesión global en cerca de 90 años, desde la Gran Depresión de principios de los años 30 del siglo pasado. El estancamiento de la economía mundial está siendo brutal. Así que estamos ante una crisis que ha dado lugar a la peor contracción económica desde la década de 1930. El mundo necesitará años para recuperarse de la pandemia del coronavirus.
¿Qué ha cambiado la pandemia en la vida empresarial? O lo que es lo mismo, ¿qué es lo que ya no volverá a ser igual cuando todo esto pase?
Hay cosas que han venido para quedarse, como la mascarilla. O los protocolos de limpieza e higiene que con la pandemia se han implementado y reforzado, y que todos agradecemos ahora mucho más en cualquier negocio. Pero si hay algo que la pandemia ha cambiado en la vida empresarial eso ha sido el aumento de la creatividad empresarial. El empresario y el autónomo han aprendido con esta crisis a saber adaptarse mucho más rápido a las circunstancias para seguir dándole un buen servicio a sus clientes pese a los constantes obstáculos que se les han puesto y que han impedido, en muchos casos, que desarrollaran con normalidad su actividad. El Covid ha cambiado la forma de organizar el trabajo para siempre.
¿Cómo ha sido durante este último año el trabajo en CES?
Nuestro trabajo en este último año ha sido durísimo. Hemos multiplicado nuestros esfuerzos y la labor que hemos desempeñado se ha hecho imprescindible en estos momentos tan complicados para el tejido empresarial. Hemos informado, asesorado y resuelto las numerosas dudas que los empresarios y autónomos nos han planteado a diario y, en nuestra obligación de defender sus intereses, hemos trasladado a los órganos competentes sus demandas, necesidades e inquietudes. Y hemos crecido como Confederación. Ahora representamos a muchos más sectores que han acudido a nosotros a raíz de la pandemia porque han encontrado en esta Confederación todo el apoyo que necesitaban para hacer frente a las adversidades sobrevenidas de esta crisis. Y hemos luchado y lo seguimos haciendo, con constancia y perseverancia, para que atiendan nuestras reivindicaciones, y se pongan en la piel de miles de empresarios que están peleando por mantener a flote sus negocios. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que las administraciones sean sensibles a este drama de subsistencia y refuercen y mejoren las medidas adoptadas para ayudar a empresas y autónomos frente al Covid-19.
¿Qué planes más inmediatos hay en la agenda de CES para 2021?
Nuestro principal objetivo a día de hoy es salvar el mayor número de empresas posibles y empleos. El parón y ralentización de la economía, que afecta a miles de empresas y empleos en Salamanca, y cuyos daños ya se vislumbran incalculables, hace que ante esta hecatombe económica y social la búsqueda de soluciones contrarreloj se haga más necesaria que nunca, puesto que estamos viendo que las herramientas, medidas y decisiones adoptadas hasta la fecha son insuficientes y es necesario multiplicarlas. El tiempo es oro. Las empresas necesitan liquidez y soluciones rápidas para mejorar su solvencia tras el impacto del Covid-19. Los empresarios y autónomos están ya con la soga al cuello. Y necesitamos medidas contundentes y efectivas.