Es perfecta para la elaboración de panes. El yodo que contiene ayuda a regular el colesterol, procesar los hidratos de carbono y, además, fortalece la piel y las uñas. Además, tiene efecto antioxidante y es muy rica en carotenos.
Harina de teff
Contiene los ocho aminoácidos necesarios para el ser humano y es perfecta para hacer masa con una alta concentración de proteínas. Es de fácil digestión y mejora el tránsito intestinal. También, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y tiene un gran poder saciante, lo que le hace un alimento ideal para dietas de adelgazamiento.
Harina de mijo
Es un cereal muy antiguo procedente de Etiopía. Es muy rico en fibra, proteínas y nutrientes y previene enfermedades crónicas como la artritis, entre otros beneficios.
Harina de garbanzo
Es una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, muy nutritiva y rica en vitaminas A, C y E. Además, es muy útil. Su textura la convierte en una perfecta sustituta del huevo para apelmazar la masa y es ideal para los rebozados y ciertas recetas sin gluten.
Harina de guisantes
Tiene grandes beneficios para la salud, como, por ejemplo, su gran cantidad de vitamina C y sus bajas calorías, lo que se convierte en un aliento ideal para dietas. Además, fortalece el sistema inmunológico y combate el colesterol.