No cabe duda que la “nueva normalidad” a la que nos enfrentaremos en los próximos meses genera muchas dudas en todos los ámbitos de nuestra vida: las relaciones personales, las reuniones familiares, el trabajo, el turismo…. ¿Y qué pasa con el sexo? ¿Nos enfrentamos también a una nueva forma de entender las relaciones sexuales? Para la Sexóloga Marta Torres, la respuesta es sí y nos explica el por qué a través de esta entrevista. Torres es Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia donde también obtuvo el máster en Sexología Clínica. En la actualidad ejerce su profesión en Elche, su ciudad natal donde además practica deportes como el surf y el surfskate. Se confiesa una amante de los animales, la lectura y de los viajes en furgonetas camperizadas para perderse en la naturaleza.
Lo primero y que más dudas genera ¿El coronavirus se puede contagiar mediante las relaciones sexuales?
Absolutamente sí. Es cierto que los
estudios científicos existentes hasta la fecha no han obtenido la evidencia
suficiente como para concluir que la COVID-19 se transmita sexualmente (no hay
presencia de la enfermedad en el semen o testículos de hombres contagiados, ni
en la vagina en el caso de las mujeres), pero estos resultados son peligrosos:
Lo que entienden por “sexualmente” (contacto entre pene, semen y vagina)
muestra una visión pobre, reduccionista y poco ajustada a la realidad de
nuestras relaciones sexuales.
El sexo
compromete el cuerpo entero: nos besamos, nos lamemos, respiramos junto al
otro… y sí existe evidencia científica que nos indica que la principal ruta de
transmisión de esta enfermedad es a través de gotas respiratorias, por tanto,
cualquier contacto interpersonal que comprometa las áreas orales, nasales e
incluso anales, es una práctica de riesgo.
¿Cuáles son los principales problemas sexuales a los que se han enfrentado las parejas durante el confinamiento?
Destacaría principalmente las dificultades asociadas a la distancia. Las parejas confinadas por separado han vivido un proceso de adaptación a nuevas técnicas eróticas, como el sexting o el sexo telefónico, que estos meses está sorprendiendo con muchas alegrías.
Qué es mas normal en una situación como la que hemos vivido ¿que aumenten o que disminuyan las ganas de sexo?
La palabra “normalidad” es al sexólogo lo que el ajo a los vampiros. Digamos que en sexualidad humana no existe “normalidad” o “anormalidad”, más bien hablamos de conductas más o menos comunes en función del grupo social.
Un estado de estrés o preocupación mantenido a lo largo de los días genera un estado mental de alerta, dominado por la rama simpática del Sistema Nervioso Autónomo. Lo más común es que esto desconecte o anule la respuesta de deseo sexual (esa conducta de búsqueda o apertura a mantener relaciones sexuales), aunque también puede ocurrir el efecto contrario: una hiperactivación del deseo, buscando recompensa inmediata y haciendo desaparecer momentáneamente el malestar o preocupación. Una especie de vía de escape.
Aunque también haría una distinción entre personas con disponibilidad sexual en casa o personas sin esa disponibilidad. Parece que cuando sentimos imposibilidad de conseguir sexo, nos apetece más y el hecho de pensar que no podemos hacerlo y prestar atención a esos pensamientos, hacen irremediablemente que cobren importancia y se activen las ganas de vivir un encuentro erótico. Por el contrario, quienes viven confinados con sus parejas sexuales, ocupan sus pensamientos con otras preocupaciones (“qué no estoy pudiendo hacer”, “qué echo de menos”, etc) poniendo en marcha la activación simpática de la que hablábamos antes y el sexo queda relegado a un segundo (o tercer) plano.
¿Habrá baby boom dentro de nueve meses?
Seguramente esas personas que han tenido la capacidad de permitirse sentir malestar en unos momentos y en otros, disfrutar del confinamiento, centrar su atención en las ganancias en lugar de en las pérdidas y aprovechar esta etapa para fomentar el autocuidado o el cuidado en pareja, hayan descubierto lo agradecida que es la pasión en sexualidad: en cuanto dedicas un poco de tiempo a cuidarte, reaparece. ¿Tendremos en 9 meses bebés fruto del autocuidado mutuo? Qué maravilla
¿Crees que para muchas personas ha sido un momento de replanteamiento sexual?
En mi experiencia sí he podido notar que la mirada se ha dirigido hacia la vivencia de la propia sexualidad, un replanteamiento de las relaciones de amor y de amistad y, sobre todo, del ritmo de vida laboral. Por tanto, sí parece que hemos prestado atención a nuestro estado de salud en general. Han aumentado las ganas de cuidarse.
Para aquellos a los que les ha tocado vivir la cuarentena solos o separados de sus parejas ¿han sido el sexting y las videollamadas su salvación? ¿Crees que el sexo digital es el futuro?
Primero fueron las cartas de amor, luego las llamadas telefónicas, aparecieron los mensajes de texto y los primeros programas de videollamadas: el sexting ha existido siempre y tiene virtudes muy positivas a tener en cuenta, incluso en la convivencia con nuestra pareja. Los nuevos dispositivos simplemente han permitido acortar tiempos en esta modalidad erótico-sexual, convirtiéndola en inmediata y accesible a muchas más personas.
El sexting ha sido presente, pasado y será futuro, teniendo en cuenta precauciones relacionadas con la identidad e intimidad personal.
1Hablemos ahora de la famosa desescalada ¿Cómo se plantea la sexualidad en la “nueva normalidad”?
Tal y como comento en mi blog, es momento de dejar volar la imaginación, de mantener relaciones sexuales que, de momento, no comporten contacto oral, genital o de cualquier tipo en que entremos en contacto con fluidos de nuestras parejas. Aunque esto no significa que no podamos regalarnos placer, solamente hay que desempolvar nuestra creatividad erótica:
La masturbación es una de las prácticas sexuales seguras. Autoestimularnos siempre de la misma manera puede provocar aburrimiento y disminución del placer por habituación pero, cambiando movimientos con las manos, juguetes o cualquier tipo de cremas genitales intensificadoras de sensaciones, podemos disfrutar plenamente de nuestro placer. Además, la masturbación en presencia de la pareja (manteniendo la distancia física) estimula el imaginario erótico y la excitación, pudiendo convertir la escena en altamente estimulante.
El sexo telefónico y el sexting parecen ser de las prácticas favoritas en la cuarentena y podemos mantenerla en la próxima etapa. Comunicarnos sexualmente a través de un teléfono, smartphone u ordenador, apoyándonos con material erótico como fotos o vídeos, explicar lo que nos gusta, lo que acontece por la imaginación o escuchar la fantasía erótica de la pareja puede ayudarnos a reconectar en la intimidad.
El uso de material erótico como cine, vídeos, relatos, descripciones de audio, etc. pone en funcionamiento nuestras neuronas espejo permitiéndonos empatizar con lo que percibimos, aumentando nuestras sensaciones eróticas.
Otro tipo de juegos también entrenan la creatividad sexual, por ejemplo escribir nuestra propia fantasía o relato erótico y compartirlo pueden ser ideas muy válidas para mantener un buen contacto erótico con el que sentirse satisfecho.
¿Hay alguna práctica sexual que conlleve más riesgo que otras?
Como hemos mencionado, cualquier práctica que conlleve contacto o cercanía oral, genital o que facilite la transmisión de fluidos con nuestras parejas, especialmente las gotículas respiratorias, puede ser vía de transmisión del virus.
Y si hablamos de posturas ¿cuáles serían las más recomendadas en la “nueva normalidad”?
Me temo que la distancia social es la postura sexual recomendada hasta disponer de la vacuna contra el virus.
En tu caso ¿Cómo ha afectado el coronavirus a tu trabajo?
Muchas personas han decidido prestar atención a ese área de su propia salud que no estaba funcionando de manera completamente satisfactoria y han decidido invertir estas semanas en llevar a cabo un autodescubrimiento y re-aprendizaje de su propia sexualidad. A veces nos reímos en las sesiones diciendo que es una especie de pre-calentamiento para, cuando nos dejen, salir al mundo erótico “a darlo todo”
Eres muy activa en Instagram y en tu blog con artículos, consejos… ¿Crees que es importante llegar a conseguir que hablar de sexo no sea algo que avergüence? ¿Qué papel juegan las redes sociales en esta “misión”?
El tabú que existe en sexualidad puede llegar a ser como una enorme muñeca Matrioska: Encontramos tabúes dentro de otros tabúes que a su vez se encuentran en el gran tabú que es el sexo. Las redes sociales son un medio fácil, inmediado, dinámico y divertido con el que puedes alcanzar población de distintos grupos sociales. Esto permite que personas que no accederían a contenidos de educación sexual, se la encuentren de la manera que más les guste. También es importante resaltar que puede ser un arma de doble filo, pues existen multitud de perfiles no profesionales que perpetúan falsas creencias dañinas para la salud sexual. Pediría que en el momento de seguir una cuenta de contenido relacionado con salud, se verifique si esa persona realmente tiene la formación académica adecuada para ello.
Para finalizar con una nota de humor… Dicen que las mascarillas son los nuevos calcetines en las relaciones sexuales ¿Qué piensas al respecto?
Yo tengo un lema: El erotismo es una actitud. Yo ya estoy buscando mascarillas con encaje de todos los colores a combinar con mi lencería preferida. Por favor, ¡no agotádmelas!