El alcalde de la pequeña localidad burgalesa de Valle de Zamanzas exige ante el Parlamento Europeo su cierre
El alcalde de la pequeña localidad burgalesa de Valle de Zamanzas, Juan José Asensio, solicitó hoy ante la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo que se cierre y desmantele definitivamente la central nuclear de Garoña. Los eurodiputados pidieron a la Comisión Europea que envíe una carta al Gobierno español para que aclare si finalmente abrirá la planta, tal y como apoyó a principios de año el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
“La planta es una central peligrosa. Debe cerrarse y desmantelarse”, trasladó Asensio quie advirtió de los “peligros” que conlleva que la planta nuclear vuelva a abrirse. El alcalde recordó que en 2013, el Gobierno anunció que desmantelaría la central, sin embargo su actividad simplemente se paralizó, sin que se haya establecido ningún plan, ya que los propietarios pidieron que se ampliara su vida útil hasta 2031.
Asensio lamentó las múltiples fisuras que tiene actualmente la planta y, además, recordó que su vida útil ya ha sobrepasado los límites. Garoña es la central más antigua de España y ya ha superado los 46 años. En este sentido, el alcalde destacó que desde que en 2012 se paralizó la actividad de Garoña no ha habido falta de suministro y, por lo tanto “no hay necesidad de volverla a conectar a la red”.
La eurodiputada de IU Marina Albiol incidió en que el reactor de la planta es “muy parecido al de Fukushima”, la central japonesa que sufrió un accidente el 11 de marzo de 2011 tras un terremoto y puso en alerta a toda la población.
Por su parte, el eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, lamentó que haya “una voluntad de prolongar” la vida útil de las centrales “por razones políticas”, con el objetivo de “sentar un precedente y dejar abiertas otras centrales”. Sin embargo, alertó de que en el caso de Garoña “hay graves fallos de seguridad que ponen en peligro la vida de muchas personas, así como el Medio ambiente”.
Argumento contrario del PP
Por el contrario, el eurodiputado abulense del PP Agustín Díaz de Mera rechazó que la central no sea necesaria y recuerda las necesidades de abastecimiento de energía que tiene España debido a que es considerada “una isla energética”. No obstante, Garoña solo generó el seis por ciento de la electricidad de todo el sector nuclear español en 2012. Muy lejos de la central de Almaraz, en Extremadura, que produce el 30 por ciento y que también espera alargar su vida útil más allá de los 60 años.
Tras la decisión de Consejo de Seguridad Nuclear que dio luz verde a la apertura de Garoña, el ministerio de Energía español ha estado deliberando con los diferentes partes implicadas. Ahora, la Comisión Europea pedirá cuál sera su decisión y si finalmente la abrirá. Pese a todo, el informe que dio el visto buena a la reapertura recuerda que se debe hacer una inversión superior a los 100 millones de euros para que la central sea segura. Sus propietarias, Endesa e Iberdrola, aun no se han puesto de acuerdo sobre la viabilidad económica que implica esta reapertura.
Ante esta falta de información proveniente de España, la comisión de Peticiones ha solicitado al Ejecutivo comunitario que envíe una carta al gobierno para que aclare la situación. “Tenemos que saber si todos los criterios se cumplen o no, ya que la Comisión Europea aun no ha recibido ninguna notificación sobre la inversión en la planta”, ha zanjado la presidenta de la comisión de Peticiones, Cecilia Wikström.
ICAL