Cecale exige la “canalización” del ahorro de la Comunidad hacia “inversiones productivas como palanca de aceleración de generación de riqueza y de creación de empleo”
El crédito del sistema financiero sigue en caída libre en Castilla y León. Los datos de cierre de 2016, reflejan que continuó contrayéndose y la inversión crediticia cerró el ejercicio en 47.541,6 millones, 1.519 menos que el año anterior y 29.736,4 por debajo de sus niveles en 2008, el ejercicio que marcó un pico máximo y desde el que se inició el declive continuo ejercicio tras ejercicio hasta la actualidad. Por el contrario, el ahorro prosiguió avanzando hasta los 65.522 millones, con lo que la Comunidad financiaba a otras autonomías con casi 18.000 millones de euros al término del ejercicio, su máximo histórico.
Cabe recordar que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, alertó de esta situación el pasado 15 de marzo, durante la reunión del Consejo Financiero de Castilla y León. Ante los responsables de los bancos, exigió que el ahorro neto que generan los ciudadanos de la Comunidad “revierta en la mayor medida posible en proyectos generadores de riqueza y de puestos de trabajo” en Castilla y león, para “seguir avanzando en la senda del crecimiento estable”. “Castilla y León sigue siendo excedentaria de un ahorro que se traslada a otros territorios más dinámicos de España”, dijo, para trasladar a las entidades presentes que esto constituye una “asignatura pendiente”.
En esta línea, fuentes de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), exigieron “mayor celeridad en el impulso de un conjunto de medidas encaminadas a favorecer la inversión empresarial” en la Comunidad. La confederación defendió que el tejido empresarial requiere adecuadas condiciones de financiación ajena, “articulándose la canalización” del ahorro hacia “inversiones productivas como palanca de aceleración de generación de riqueza y de creación de empleo”.
La patronal regional planteó aumentar la cultura y el valor del emprendimiento y ”acometer continuas revisiones de las condiciones de financiación crediticia de proyectos empresariales, con el fin de que éstas se puedan ir acomodando en tiempo a las especiales y específicas características del sector, del tipo de proyecto -a corto o largo plazo- así como a la propia dimensión de la empresa”.
Asimismo, Cecale incidió en que es necesario reducir las exigencias en términos de cargas administrativas, normativas y fiscales, además de imprimir de forma efectiva “una mayor celeridad en la concesión de apoyos y, en especial en su tramitación y resolución”.
Los datos que aporta el Gobierno regional sobre el cierre del último trimestre de 2016, reflejan que la inversión crediticia en la Comunidad, se situaba en niveles entre los años 2004 (41.871 millones) y 2005 (51.846), lo que supone que la actividad financiera retrocedió más de una década.
Por el contrario, los depósitos, el ahorro de los castellanos y leoneses, repuntó, y se situó al término del cuarto trimestre de 2016, en los 65.522 millones de euros, 422 por encima de los niveles del año anterior, aunque aún por debajo de los 66.393 del máximo alcanzado al cierre de 2013.
Las cifras
Los datos reflejan que Castilla y León potenció su condición ahorradora, con 17.980,4 millones de euros más de depósitos que de créditos a finales de 2016, muy por encima de los 16.038,4 millones de 2015, y el máximo histórico en el diferencial entre ambos indicadores. Castilla y León fue una autonomía tradicionalmente ahorradora hasta 2005, cuando los créditos superaron por primera vez a los depósitos en 6.451,2 millones. La autonomía torno de nuevo a su condición de ahorradora en 2013, tras años de dura recesión económica, cuando los depósitos superaron al crédito en 9.848,2 millones. Esta cifra se incrementó año tras año los últimos tres ejercicios, pese a experimentar la economía de Castilla y León crecimientos en todos ellos, con 12.787,1 millones en 2014; 16.038,7 en 2015; y los 17.980,4 en 2016.
La base de datos del Gobierno regional concreta que los créditos al sector público ascendía a finales de 2016, a 4.280 millones de euros, con una merma respecto a 2015, del 0,7 por ciento; mientras que la financiación privada sumaba 43.261,5 millones, con una merma mucho más acusada del 3,3 por ciento. En cuanto a los depósitos, los del sector público crecieron un 6,1 por ciento, mientras que los del privado, lo hicieron de forma más moderada, un 0,4 por ciento, hasta los 2.681,5 y 62.840,4 millones de euros, respectivamente.
Provincias
El análisis territorial refleja que la provincia con más ahorro sobre crédito fue el año pasado León, con 4.359,1 millones de euros, frente a Valladolid, que fue la única donde la inversión crediticia superó los depósitos a finales de año en 937,2 millones de euros.
En el resto de provincias, los flujos de depósitos también superaron a los de créditos, con especial incidencia también en Zamora, 2.270,7 millones de euros; y Burgos, con 2.191. Asimismo, el saldo a favor del ahorro alcanzó los 1.762,7 millones en Palencia; los 1.608,2 en Ávila; y los 1.322 en Soria. La cifra se situó en los 1.218,9 millones en Segovia.
ICAL