En estos momentos tan duros e inciertos, quiero agradecer el gran esfuerzo, entrega y trabajo que están realizado todos los profesionales sanitarios, así como las autoridades, especialmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con las Fuerzas Armadas. También, reconocer la importante y gran labor que están llevando a cabo todos los profesionales del transporte, tanto de mercancías como de viajeros, los cuales están realizando un gran esfuerzo para que los servicios básicos de movilidad y suministro de productos de primera necesidad funcionen con la mayor normalidad posible.
El transporte de viajeros por carretera es uno de los sectores más afectados por la actual situación provocada por el COVID-19. Sus efectos comenzaron a sentirse ya en el mes de febrero con la caída de la demanda en los circuitos turísticos para personas procedentes de Asia, que ya estaban afectadas por las mediadas de confinamiento, y la cancelación de congresos como el Mobile World Congress. Le siguieron la cancelación de viajes de fin de curso a Italia, excursiones y viajes en general, el cierre de la actividad docente, la suspensión de los viajes del IMSERSO… Hasta que finalmente se decretó el estado de alarma, lo que se ha traducido en una caída de la demanda de los servicios de transporte de viajeros cifrada entre un 90% y 100%.
Nuestro sector ha sido siempre, y con más motivo lo es actualmente, un leal colaborador de la Administración. Nuestras empresas, independientemente de los riesgos e incertidumbres de la situación actual, están firmemente comprometidas a garantizar el derecho fundamental a la movilidad de todos los ciudadanos. Solicitamos, por ello, la adopción de las medidas propuestas, a la mayor brevedad, para que una vez superada la crisis la movilidad y el empleo queden garantizados.
El transporte de viajeros en autobús no ha parado del todo porque somos un servicio público que tiene que garantizar la movilidad de aquellas personas que necesitan desplazarse durante el estado de alarma.
Quiero incidir en el hecho de que la especialísima situación por la que está atravesando el país, y el carácter absolutamente extraordinario y sobrevenido de la situación, nos lleva a solicitar medidas excepcionales y de aplicación inmediata, orientadas a salvaguardar la viabilidad económica y la sostenibilidad del tejido empresarial y del empleo, con independencia del tamaño de empresa. Medidas que llevamos reclamando al Gobierno, pero con escaso éxito hasta ahora. Mañana hay de nuevo reunión del Consejo de Ministros y esperemos que se tomen medidas extraordinarias que permitan la supervivencia de las empresas y no sea una oportunidad perdida más.
Nuestra actividad es muy intensiva en recursos humamos y capital. Precisa de medidas que inyecten liquide, ante la fortísima caída de demanda e ingresos que se está produciendo. De lo contrario, la drástica reducción de los flujos de caja, por el lado de los ingresos, motivará una situación inasumible para las empresas, poniendo en riesgo su viabilidad y la continuidad de los negocios, y por ende de la generación de empleo y la movilidad. Solamente tres partidas (personal, combustible y financiación de la renovación de flota) representan más del 85% de los costes, y las tres precisan de tesorería suficiente para hacerlas frente, mantener vivas las empresas y cumplir así con las obligaciones de servicio público.
En este contexto, proponemos las medidas necesarias y urgentes a adoptar para preservar el funcionamiento de las empresas de transporte de viajeros por carretera:
• Eliminación de la morosidad de las AAPP con el sector
• Pago de los contratos de transporte escolar de los centros de educación públicos suspendidos por el cese de la actividad educativa y prórroga de los contratos que vencen este curso
• Aplazamiento de las cotizaciones a la Seguridad Social para empresas y autónomos de hasta 6 meses sin intereses, debiendo hacerse frente a las mismas en un plazo máximo de los 24 meses siguientes
• Ampliación de la exoneración del 100% de las cotizaciones de la Seguridad Social de los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) a las empresas de más de 50 trabajadores
• Moratoria fiscal de IVA y Sociedades
• Aplazamiento de las cuotas de leasings y préstamos derivados de la renovación de flotas durante al menos 6 meses
• Establecimiento de una línea de financiación que dote de liquidez a las empresas, planteamos la opción de préstamos sin interés para afrontar las necesidades del servicio público (durante el periodo que dure el estado de alarma, y en su fase posterior para salvaguardar el tejido empresarial actual)
• Para poder garantizar el sostenimiento de los servicios que se están prestando actualmente, se precisa habilitar una partida económica para ayudar a los operadores de transporte de viajeros por carretera que están efectuando los servicios a riesgo y ventura. Pues en modo contrario resultará difícil garantizar la continuidad de las líneas regulares si la situación de excepcionalidad continúa más semanas
• Adecuación de las primas de seguro a la reducción del riesgo, consecuencia del cese de actividad de transporte, la parte de prima que resulte se extorne y no por el ajuste de la prima siguiente o la resolución del contrato, cuestión esta última que, como es comprensible, nadie deseará.
Finalmente, quiero resaltar la importancia del autobús en sus distintos ámbitos. El transporte urbano e interurbano, cuya capilaridad y tupida red de conexiones permiten conectar más de 8.000 poblaciones diariamente y suponen el 50% de los desplazamientos en transporte colectivo interurbano en nuestro país, así como más de 1.831 millones de viajeros en el transporte urbano; el transporte escolar y laboral que permiten descongestionar el tráfico; y el transporte discrecional y turístico por la relevante importancia estratégica que tiene esta actividad, dada su estrecha vinculación al hipersector turístico, la primera industria española.
Firma Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS.