La Comunidad de Madrid garantiza el suministro de repuestos para los sistemas de frenado de Metro de Madrid que se utilizan en los mantenimientos habituales y en caso de averías.
El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy la propuesta de adjudicación de la compañía para el suministro de repuestos exclusivos para el mantenimiento de los equipos de producción de aire comprimido y sistemas de freno instalados en sus trenes por más de 5 millones de euros y un periodo de dos años.
Esta adjudicación se traduce en la adquisición de más de 600 repuestos necesarios para el mantenimiento de los trenes, en este caso de un sistema esencial como el de freno, que funciona con aire comprimido. Éstos se componen de numerosas piezas, por lo que el correcto mantenimiento de cada una de ellas es fundamental.
Todos estos repuestos permitirán garantizar una mayor fiabilidad del material, así como una optimización de los procesos de mantenimiento de estos elementos imprescindibles para garantizar la seguridad en la red. CADA 600.000 KILÓMETROS Los trabajos de mantenimiento que necesitan de estos repuestos y que afectan a los sistemas de frenado se llevan a cabo, sobre todo, durante las revisiones de ciclo largo que se efectúan en los trenes cada 600.000 kilómetros (cada seis o siete años), dependiendo del modelo del tren. Además, se pueden dar incidencias o averías en el tren para las que es necesario disponer de piezas en el momento.
Todos los trenes de Metro fueron fabricados con las soluciones planteadas por la empresa Knorr-Bremse, siendo dicha empresa la única que tiene la documentación para fabricar dichos equipamientos y sus repuestos, que tienen que ser originales para que el funcionamiento de los sistemas -como los de producción de aire y el de freno, que son de seguridad- funcionen de forma correcta y segura. La mayor parte de estos elementos son repuestos que se utilizan para la revisión de los equipos, por lo que tienen que ser originales para que su acoplamiento a los equipos montados de origen sea perfecto. El mantenimiento tanto de los trenes como de las instalaciones es una de las prioridades para Metro de Madrid con el fin de asegurar un servicio de calidad, seguro y fiable.